La joven estadounidense Erica Lugo (29) había luchado toda la vida contra los kilos demás. Pero no fue hasta una escena vivida junto a su hijo de dos años, que se dio cuenta de que necesitaba darle un giro a su vida, antes de que su cuerpo le pasara la cuenta.
“Mi hijo me pidió que jugara en el suelo con él. Estaba sentada en el sofá y el sólo pensamiento de pararme, tenderme en el suelo y tener que levantar los juguetes fue tan cansador, que le dije que no”, explicó la mujer al portal EveryDay Health. “Fue terrorífico. Me fui a pesar y vi 146 kilos en la balanza. Mi corazón se hundió”, agregó.
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Así que Erica decidió comenzar a ejercitar y dejar de comer en exceso: “Esta vez, me apegué a lo básico. Menos calorías adentro, más calorías afuera. Bajé la aplicación MyFitnessPal a mi teléfono y comencé ahí”, declaró.
Lo más difícil de todo fue dejar atrás los atracones que se daba cada vez que tenía ansiedad. Y para no echarse para atrás, decidió registrar sus avances en Instagram, a pesar de los horribles comentarios que recibía: “Lo que decían sobre mí y mi familia, y cómo hablaba y cómo me vestía era tan dañino. Quería dejar de compartir mi historia. Sentía que esta gente era dañina, que no la valía. Pero lo superé”, explicó a este portal de salud.
Erica decidió que si no la conocían personalmente, “no me lo tomaré personalmente” y perseveró. Hoy, los resultados saltan a la vista: pesa 71 kilos menos, luce saludable y ya puede jugar tranquila junto a su pequeño.
Esta invita a que otras mujeres se animen a transformar sus cuerpos: “Somos madres, esposas, hijas- tenemos suficientes tareas en esos roles. No necesitamos convertir lo que hacemos por nosotras mismas en una tarea. Vuélvelo divertido, ¡es tu hora! Aprende a convertir el gimnasio en tu lugar feliz: cómprate nueva ropa para ejercitar, baja música nueva, hazte amigos y piensa en ellos como una familia”.
