Anoche se vivió un nuevo e intenso capítulo de Espías del amor, programa que busca ayudar a quienes mantienen relaciones amorosas virtuales con personas que nunca han visto en su vida más allá de un computador.

En este episodio se conocieron tres historias, y en una de ella el programa viajó hasta Houston, Estados Unidos, para que Francisca, una joven de 20 años, conociera al “amor de su vida”, Paxton Gips, un “gringo” de 21 años y que fue su amor virtual durante un año.

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Los jóvenes se conocieron a través de un juego de Facebook y pese a que Francisca estaba muy “enganchada”, reconoció que necesitaba la ayuda del espacio, pues le daba desconfianza el hecho de que nunca pudieran hablar por cámara y que tampoco le mostrara fotos actualizadas.

El programa investigó, y se encontró con que la familia y el lugar de residencia que indicaba Paxton, existía, sin embargo, él no figuraba. Es por eso que la producción le propuso a Francisca viajar a Estados Unidos, para salir resolver el enigmático caso.

Una vez allí, comprobaron que Paxton no figuraba como estudiante en una universidad de la ciudad, pues según él, estudiaba medicina. Esa fue la primera desilusión de Francisca. A ese descubrimiento, le siguieron que el número de seguro social no existía, y que en realidad quien estudiaba medicina y le había enviado flores a Chile, era Lilith Granados, la supuesta hermanastra de Paxton.

Francisca (camisa a cuadros) junto a Lilith Granados
Francisca (camisa a cuadros) junto a Lilith Granados

Pese a que en un comienzo, cuando la producción fue a buscar a Paxton a su casa, la familia amenazó con llamar a la policía pues no conocían a nadie con ese nombre, y luego de mucha insistencia, finalmente apareció Lilith, y Francisca pudo conversar con ella y descubrir que realmente Paxton nunca existió, y que era ella la “enamorada”.

Una historia que no tuvo el final feliz que Francisca hubiese esperado, sin embargo, los televidentes sí gozaron con una particular situación que se dio en esta historia. Y es que curiosamente, a Francisca se le pegó el acento mexicano en un par de días, incluso a ratos sonaba mucho más “mexicana” que Lilith.

En Twitter este detalle no pasó desapercibido y fueron varios televidentes quienes bromearon con esta particularidad.