Los tatuajes son parte de la historia personal que algunos llevan marcados en la piel para no olvidarlos jamás, sin embargo, algunos desisten y gracias a la tecnología actual pueden borrarse aquellos que por alguno u otro motivo se transformaron en algo indeseable, tal como en el caso de la farandulera nacional.
En 2010 Valentina optó por realizarse un particular tatuaje en su brazo izquierdo: se trataba de las iniciales del nombre de su pareja del momento, el futbolista Juan Pablo Úbeda. Cuando terminaron se lo borró, o más bien lo tapó con una flor.
Tras ese quiebre sentimental y por lo azahares de la vida, la nacional conoció tiempo después al fisicoculturista Matías Hughes. Iniciaron una relación y cometiendo el mismo “error” anterior, volvió a tatuarse el nombre de su pareja de turno, tal como te contamos en Página 7 en diciembre de 2014.
Un par de conflictos pusieron en jaque el pololeo, sin embargo, lograban sortear con éxito las dificultades. De hecho, hace unas semanas se fueron de vacaciones felices a Estados Unidos. Para su desgracia en el país del norte sellaron el que hasta ahora sería el quiebre definitivo, puesto que Valentina volvió a borrarse un tatuaje que de acuerdo a lo comentado en Instagram se trataría precisamente del nombre del musculoso.
“No más” fue el escueto mensaje de la criolla desde el famoso local de tatuajes Miami Ink-LoveHate Tattoos en Gringolandia. La foto junto al artista de la tinta y las agujas desató la curiosidad de sus seguidores que asumieron que estaba eliminando de su piel el nombre de Hughes. Ella, no lo negó en sus varias respuestas.
“Qué te sacarás, la flor o su nombre?” fue la pregunta de una seguidora y cuya respuesta de Vale fue: “el nombre”. “¿Qué te hiciste?” fue otra de las interrogantes que tuvo una aclaración un poco más potente: “Me borré un nombre de mierda jajaja… nunca aprendo” (sic), replicó la ex gimnasta.
Tras la aclaración, Roth recibió varias felicitaciones por su valentía y decisión de eliminar de su vida lo que no le hace bien. De igual forma la invitaron a no volver a cometer el mismo error.
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“Es mejor, si ya no estas con el para que llevar su nombre” (sic), “es lo peor que pudiste ‘a ver’ hecho, jajajajaj pero de los errores se aprende jajjajajajjaj. Ahora que ni se te ocurra volver hacerlo (sic) y “es como una ley de la vida el no tatuarte el nombre de tu pareja/pololo, etc… ‘conosco’ varios casos, no es el mío pero siempre pasa… que bueno que se puedan borrar y así olvidas el mal rato, sigue así… éxito!!!” (sic), fueron algunas de las palabras de apoyo que recibió la tonificada fémina.
