Katherine Masterman llevaba una vida llena de vicios, principalmente con la comida, pues la mujer solía ser una fanática de la cadena de comida rápida McDonald’s, llegando a comer dos hamburguesas con tocino al almuerzo. Además, era fanática de los McMuffins.
Sin embargo, la mala alimentación comenzó a pasarle la cuenta a la joven de tan sólo 23 años, ya que su salud comenzó a deteriorarse rápidamente, junto a su felicidad.
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Fue esta la razón que llevó a la oriunda de Prestatyn, Reino Unido, a realizar un cambio radical en su vida, reemplazando los chocolates y papas fritas por frutas y ensaladas.
Además, se inscribió al gimnasio para comenzar a entrenar con una intensa rutina de ejercicios para quemar grasas y tonificar sus músculos.
“Pesaba 83 kilos y ahora estoy en 57 y todo ha sido gracias al cambio de dieta que tuve. Ya no tomo más bebidas energéticas con mucha azúcar, sino que sólo tomo agua y ya no bebo mucho alcohol”, comentó la joven a Mirror.
A esto señaló que uno de los detalles que la mantiene más que feliz es que sus curvas aún están ahí. “Aún tengo mis caderas y mi gran busto. Creo que esto es genético”, finalizó.
A continuación revisa una imagen que muestra su antes y después ¿Qué te parece su cambio?