Xiao Li era un inocente niño chino, por lo que jamás desconfió de un misterioso caramelo que cayó en el patio en que jugaba. El pequeño de 6 años simplemente desenvolvió el chupete y se lo llevó a la boca; luego, siguió jugando a las escondidas con sus amigos.
Minutos más tarde, cayó inconsciente al suelo. Sus compañeros de juego corrieron a buscar ayuda, pero cuando llegó su padre, Jin Hsueh (45), ya sangraba desde sus ojos, orejas y boca. “Cuando llegué ahí, apenas respiraba y sabía que algo horrible había pasado”, detalló su progenitor al medio inglés Mirror.
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Lo llevaron rápidamente al hospital, pero su condición era crítica: “Sus órganos internos fueron destruidos por el veneno”, explicó un portavoz de este centro de salud. Después de dos días de lucha, el pequeño Li falleció.
Tras examinar el caramelo que él comió, se descubrió que estaba recubierto de TETS, sigla de una neurotoxina altamente letal que se encuentra en el veneno para ratones. A pesar de que fue prohibida a nivel mundial en 1984, aún es posible conseguirla de manera ilegal en China.
La policía cree que alguien cercano a la familia sería responsable de su muerte: “Revisamos el lugar donde encontraron el lollipop y encontramos un par más. La única forma de que llegaran ahí, es que alguien caminara y los colocara, ya que es imposible alcanzarlo desde el camino. Y si los hubieran lanzado desde la muralla, se habrían roto”.
