La británica de 20 años, Kate Archibald no entendía el motivo de su aumento drástico de su peso… hasta que una noche despertó y se encontró rodeada de empaques de comida. En ese momento se percató que había estado comiendo sin darse cuenta mientras dormía.
Después, esta se enteró que pertenecía al 5% de la población que padece del Trastorno de Alimentación Relacionado con el Sueño, denominado TARS. Esta afección es una combinación de un trastorno de alimentación y de parasomnia, conducta que incluye el sonambulismo.
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Según el profesor de la Facultad de Medicina de Harvard, John Winkleman el TARS es un estado de sonambulismo con deseos conscientes del paciente, como detalla el portal BBC Mundo.
Debido a este trastorno, a Kate le ha ocurrido de todo; incluso se comió la mitad de un queso, como revela una de sus fotos de Facebook:
“Esta cosa de comer dormida se está volviendo ridícula. Esto es la cosa que descubrí en el piso junto a mi cama: la mitad de un queso redondo devorado. Jesús, Kate”, detalla.
Las personas que padecen de TARS pueden tener diferentes patologías del sueño como por ejemplo: Narcolepsia, Síndrome de Movimientos Periódicos de Miembros, Apneas-Hipoapneas del Sueño, entre otros.
Para diagnosticar la patología es necesario realizar una polisomnografía, una prueba que estudia los parámetros del sueño y logra caracterizar los episodios nocturnos.
Julia Santin, neuróloga chilena experta en trastornos del sueño, comentó a la BBC que las consecuencias del TARS son el aumento de peso, vergüenza por no lograr controlar el organismo y alteración del sueño.
Otra de las dificultades a la que se enfrentan los pacientes es la imposibilidad de guardar ayuno y por ende, no pueden realizarse exámenes de sangre e incluso cirugías. Además Santin agregó que debido a la patología pueden existir accidentes caseros. “El problema es que hasta podrían cocinar sin darse cuenta, pudiendo quemarse y eso significa un riesgo”, agrega.
