Liza Heaton es una joven estadounidense de 25 años, quien como muchas otras, soñaba con tener una bella boda con su prometido. Pero cuando el médico le dijo que sufría un extraño tipo de cáncer, llamado sarcoma sinovial y que le quedaban sólo un par de semanas de vida, supuso que el matrimonio estaba descartado.
Pero no fue así: su actual esposo, Wyatt Heaton, decidió organizar una boda sorpresa a orillas del lago e invitar a 150 amigos y parientes, quienes llegaron a entregarle sus mejores deseos. Liza estaba tan feliz celebrando junto a sus seres queridos, que ese día ni siquiera asistió al hospital a tratamiento.
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“Quería que ese día se tratara de matrimonio, no del cáncer”, afirmó al medio estadounidense The New Star. La boda fue un éxito, ya que la mujer que solía pasar sólo 30 minutos al día fuera de la cama, pasó a celebrar durante 8 horas seguidas. “Yo seguía pensando en que ella necesitaba sus fluidos, pero su padre dijo ‘no, ella está pasando el mejor momento de su vida’”, explicó el novio.
Al día siguiente, ella apareció en su cita con el médico, para averiguar algo sorpresivo: la obstrucción cancerígena que tenía en su aparato digestivo había desaparecido. Aparentemente, la pastilla de quimoterapia que le habían prescrito, sumado a sus ganas de vivir, la habían ayudado.
“Esperamos vencer otra vez y volver a remisión y pasar el resto de nuestras vidas juntos”, afirmó la joven, quien había sufrido problemas similares tres años atrás.
Su caso inspiró a su familia para comenzar una campaña online, la cual recoge dinero para estudiar este tipo de cáncer que comúnmente ataca gente joven. Se trata de la fundación “Amor para Liza”, la cual ya ha recibido 200 mil dólares en seis días y le falta poco para alcanzar la meta de 500 mil.
