La Internet está plagada de adorables fotografías de lo que parece ser una guerra entre los amantes de canes y adoradores de felinos. Mientras unos dicen preferir a un amigo ladrador porque son más fieles y juguetones, otros dicen querer más a los curiosos gatos porque son más independientes.
Sea cual sea tu elección, debes saber que ésta dice muchísimo sobre ti mismo, tal como informa el portal de ciencia Live Science.
Si tienes un perro en casa, los estudios de la Universidad de Carroll dicen que eres alguien energético, que te gusta salir de casa y tiendes a seguir las reglas. Mientras que si tienes un gato en tu hogar -o mejor dicho, sobre tu teclado-, probablemente eres una persona introvertida, de mentalidad diversa, sensible y abierto a experimentar más allá de las reglas.
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Para llevar a cabo esta investigación, se encuestó y entrevistó a 600 estudiantes universitarios… aunque claro, aún no replican el estudio con personas de otras edades o países, por lo que no puede ser generalizado a todos.
Las diferencias de personalidad no fueron la única sorpresa que se llevaron: también descubrieron que aquellos que tenían gatos como mascota, eran más inteligentes que los que tenían un perro. Pero hay una cosa en la que sí ganaron los amantes de los canes: son más, ya que alcanzaron el 60% de la muestra (los gatúbelos sólo alcanzaron el 11%, ya que el resto de los jóvenes tenía ambos tipos de mascotas o ninguna).
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Denise Guastello, una de las profesoras asociadas de este plantel y una de las gestoras del estudio, afirmó para Live Science que es posible que las personas seleccionen a su animal de compañía según su propia personalidad:
“Tiene sentido que una persona con un perro sea más energética, porque probablemente querrá salir a pasear o trotar junto a este y hacerlo interactuar con más gente o animales. En cambio, si eres más introvertido y sensible, preferirás quedarte en casa leyendo un libro y tu gato no necesitará ir afuera a pasear”.
