Como canta Juan Luis Guerra, “el costo de la vida sube otra vez”: los constantes aumentos de precios, los sueldos ajustados y el crecimiento de la familia pueden afectar el bolsillo de cualquiera. Sin embargo, es posible ahorrar dinero sin sacrificar la nutrición o el gusto.
En el sitio especializado en guías Ehow reunieron algunas de las estrategias que te ayudarán a llegar a fin de mes y sin necesidad de comer tallarines con salsa 5 días seguidos.
1.- Evita comprar diariamente
Ir todos los días al supermercado a buscar “una cosita” te hará perder el horizonte con tus finanzas y será un botadero de tu tiempo. Lo ideal es comprar en grandes cantidades de manera mensual y semanal. Recuerda revisar tu despensa antes y hacer una lista con lo necesario, para no caer en compras inútiles.
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2.- Encuentra el precio perfecto
Confecciona una lista de los 10 elementos que más compras y dedícate un día a comparar sus precios tienda por tienda, hasta saber en cuál ahorras más. Recuerda que las ferias locales, vegas y comercio mayorista son más baratos que los supermercados tradicionales. También es útil comprar marcas genéricas o de la tienda (las papas Acuenta son más ricas de lo que parecen).
3.- Cocina desde cero
Olvídate de las comidas pre-hechas (como pizzas congeladas, sopas instantáneas, legumbres en tarro o sofritos de verduras congeladas): no sólo son caras, sino que también se pierden nutrientes en el proceso de empaquetado y son altas en sodio. Lo mejor es cocinar desde cero en la casa, preparando tus propios caldos y cortando tus verduras. Hasta las mismas papillas de bebé pueden ser cocinadas en casa y te ahorras el precio de cada pote.
4.- Ahorra en carne
Compra cortes de carne no tan caros (como el pavo y la posta) e inclúyelos de manera mesurada en tus platos, dándole prioridad a las verduras (que son más baratas). Si tienes una familia grande, una buena idea es comprar un pollo entero y trozarlo en casa. Intenta servir comidas vegetarianas basadas en legumbres y cereales varias veces a la semana.
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5.- Úsalo todo
No tires sobras que te podrían ser de utilidad. Los restos del apio podrían darle sabor a tu sopa.
6.- Apura esa cocina
Facilita el proceso de cocción pasando las verduras por la procesadora de alimentos. Otra buena idea es invertir en una olla a presión. Intenta cocinar sólo un par de veces a la semana y en grandes cantidades y almacena en tu refrigerador el resto. Así ahorrarás gas, tiempo y tu propia energía.
7.- Cultívalo tú
A veces gastamos pesos extras en esas hierbas que le dan tan buen sabor a nuestras comidas. Una buena idea es cultivarlas en macetas o en el mismo patio de nuestra casa. Tomillo, perejil, cilantro, ciboulette o romero podrían ser parte de tu repertorio y no necesitan de tanto mantenimiento.
Si se planifica todo con antelación y se tiene mano firme ante las tentaciones, hay más probabilidades de llegar triunfal al temido “fin de mes”.
