A comienzos de esta década, lo que estaba de moda eran los hombres metrosexuales: aquellos que tenían tantas cremas para el rostro como una mujer atravesando los treintas y que se preocupaban de su estado físico y vestimenta. Pero atrás han quedado los tiempos en que reinaban entre las mujeres, ya que los lumbersexuales ha llegado para quedarse.
Se trata de un juego de palabras entre “lumberjack” (leñador) y “sexual”, el cual describe a aquellos hombres que andan por la vida con una sexy barba sin afeitar, camisas a cuadros y aroma a bosque, como detalla el portal femenino Cosmopolitan.
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Se trata de un tipo de hombre muy masculino que visita bares y cuya belleza es natural, ya que la calidad de su cutis o tener un six pack no es prioridad en su vida. Además, se viste de manera casual, sus fotografías lucen como de otra época y sabe cómo abrir una botella de chela con un cuchillo.
Cada vez que comentas que necesitas ir a comprarte un nuevo mueble, él se ofrece a construirte uno o armarte el que consigues. Es la clase de hombre que encuentra muy femenino el sushi y prefiere disfrutar una chorrillana junto a los amigos y que si lo llevas de excursión prefiere comer las moras o frutos que pilla en su camino, en vez de una barrita energética.
“Su barba luce larga, frondosa y sin mantención porque no se ha mirado en un espejo en meses. ¿Sabes por qué? Porque los espejos no crecen en la naturaleza”, señala este portal.
Si tu marido, pololo o pinche es un lumbersexual, a esta altura del texto ya te diste cuenta, así que ¡disfrútalo!
