La joven estadounidense, Chelsea Hottovy, supo desde pequeña que no quería tener hijos. Es por esto que apenas cumplió 23 años se puso a buscar a un médico que la operara, para así prevenir futuros embarazos. Pero la odisea no fue muy fácil.

“Las formas en que se negaron fueron horribles. Estaban como ‘oh, conocerás a alguien, eres joven’. Ninguno de ellos me tomó en serio ni tuvo una discusión honesta sobre control del embarazo a largo plazo ni nada”, detalló en una entrevista anterior a la revista femenina Cosmopolitan.

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Le tomó 5 años encontrar al especialista indicado. Fue así como Chelsea logró operarse el pasado mes de octubre y relató su experiencia en una inspiradora carta. En esta explica que la gente suele decirle que sería una buena madre, a lo que ella siempre respondía con un “mmm” o un tajante “NO”.

“No me malinterpreten: Amo a los niños. Son graciosos, adorables y casi siempre disfruto pasar tiempo con ellos. Pero sin ninguna duda, no quiero tenerlos”, detalló en su ensayo. “No quiero preocuparme de la alergia del pañal ni tener ‘tiempo de barriguita’. Y tampoco quiero saber lo que son los cólicos”, agrega.

bies (cc) | Flickr
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Chelsea detalla que para ella es divertido contarle a la gente que no quiere hijos y que le respondan que cambiará de opinión más adelante o que aprendieron a amar gracias a ellos: “Básicamente sugiriendo que soy incapaz de tomar mis propias decisiones”, agrega.

“Pero a este punto, no importa mucho cuánto intenten convencerme de lo contrario, porque tomé mi decisión… y de manera permanente. El pasado octubre, pasé una maravillosa mañana junto a mi médico, el cual me realizó una ligadura de trompas. Sí, tuve una ligadura a los 28 años”, relata.

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Aunque Chelsea tuvo un ligero instante de pánico en la consulta, finalmente le puso fecha a la cirugía: “Entiendo las razones por las que la gente quiere hijos. Lo hago. No soy un monstruo sin corazón y egoísta, incapaz de entender lo atrayente de una pequeña persona que te ama incondicionalmente y confía en que lo guíes seguramente a través de un terrorífico mundo. Los padres son valientes, fuertes e increíbles personas. Pero también lo son los astronautas y cirujanos de cerebro, pero no quiero ser ninguna de esas cosas. Lo que quiero es ser feliz”.

Y agrega: “Y estoy haciendo eso, aquí, viviendo mi sueño. Soy feliz no siendo una madre, pero ey… llámame si necesitas una niñera”, concluye.