La mujer estadounidense Emily Debrayda Phillips tuvo una vida como la de cualquier otro: tuvo sueños, persiguió carreras, crió a sus dos hijos y luego, tuvo que enfrentar la inevitable muerte.
Un cáncer al páncreas le recordó que su tiempo en el mundo era limitado y finalmente, terminó por quitarle la vida cuando tenía 69 años. Pero su partida no pasó desapercibida, ya que decidió escribir un ensayo, el cual rápidamente se convirtió en viral.
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“Es doloroso admitirlo, pero aparentemente he muerto. Todos me dijeron que esto pasaría algún día, pero eso era algo que no quería oír ni mucho menos experimentar”, comenzó su sentida y difundida carta con sus últimas palabras.
Emily murió el 25 de marzo, 29 días después de recibir el fatal diagnóstico de su cáncer. “Nací, parpadeé y ya había terminado. No nombrarán edificios por mí ni levantarán monumentos en mi honor”, continuó relatando en un misiva difundida por el medio local Florida Times-Union.
Es por esto que Emily llegó a una estremecedora conclusión: “Al final, recuerda: da lo mejor de ti, sigue tu flecha y haz algo impresionante con tu vida. Oh y nunca dejes de sonreír”.
Y agrega: “Oh, y quizás llora un poco. Después de todo, he muerto”. Pero lo mejor de todo está al final de su carta: “Hoy soy feliz y estoy bailando. Probablemente, desnuda”.
