Muchas personas deciden estudiar una carrera en el área de la salud porque desean ayudar a las personas enfermas, pero este no fue el caso de Tatiana Kulikova, una enfermera rusa quien odiaba a sus pacientes y tenía una peculiar forma de burlarse de ellos.

La mujer fue despedida luego de descubrirse su pasatiempo: tomarse selfies dentro de la ambulancia en la que trabajaba, molestando o burlándose de varias personas moribundas, como reveló el medio digital inglés Daily Mail.

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Una de las imágenes más impactantes que subió a su cuenta de Twitter, fue una en la que le levantaba el dedo de al medio a un enfermo; en otra foto, le hacía el signo de la victoria a un hombre que acababa de sufrir un infarto cardíaco.

Daily Mail
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“¡Como odio mi trabajo!”, escribió en esta red social. Aunque las selfies le dieron fama en Twitter, terminaron por costarle el empleo: sus jefes la llamaron a reunión, le mostraron las fotografías y esta terminó por confesar su autoría.

Debido a esto, tuvo que ser cesada en sus funciones: “Está claro que mientras estaba haciéndose las fotografías no estaba cuidando a sus pacientes. Además, muestra un cruel desprecio por el bienestar de los afectados, algunos de los cuales murieron después de tomarse esa foto”, explicó Artem Golubev, una activista por la salud local.

Daily Mail
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Desde que comenzó la investigación, Kulikova se ha mantenido en silencio y no ha querido hablar con los medios rusos.