Sin duda alguna Maylin González fue una de las participantes que más destacó en el debut de la segunda temporada de MasterChef.
Su particular historia sumado a un exquisito charquicán preparado con verdadera carne seca, cautivó al jurado, el que le entregó su merecido delantal blanco.
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Los obstáculos que debió sortear esta oriunda de Vallenar para llegar al programa fueron tremendos y bien vale destacar su espíritu de superación. Maylin actualmente cumple una condena de 10 años de cárcel por el delito de robo con violencia. Ya cumplió siete y gracias a su buen comportamiento ha recibido una serie de beneficios intrapenitenciarios.
En entrevista con Las Últimas Noticias esta mujer con dotes en la cocina contó cómo fue el día que la llevó a enfrentar la justicia, cuando su hijo tenía sólo 4 meses de edad.
“Un día martes le dije a mi mamá que me diera permiso para salir. No salía hace harto tiempo. Ella no quería, pero le dije que iba a llegar a las 11 de la noche”, algo que no cumplió.
“A las 6 de la mañana le dije a las personas con las que estaba, que me iba”, y así lo hizo pero antes pasó a comprar cerveza.
No obstante, después de eso comenzó su pesadilla. “Cuando salí a la calle vi a una mujer apuñalando a un caballero y a otro hombre tratando de quitarle la mochila. Traté de separarlos, pero el caballero empezó a gritar y salí corriendo”, contó González.
Después de esta escena caminó hasta su casa, pero se encontró con personal de Carabineros a las afueras de su hogar y con las personas con las que había salido.
“Les dije que yo no había hecho nada. En la formalización me echaron la culpa a mí. Para la sentencia pensé que me iban a dar tres años, cuando me dijeron que eran 10, me quería morir”.
Actualmente Maylin cuenta con otro beneficio: tras quedar en el programa culinario logró su traslado y ahora cumple la reclusión nocturna en el Centro Penitenciario Femenino de San Joaquín.