Emily Nixon y Kristian D’Rosario tuvieron que tomar una difícil decisión. Ambos son padres de la pequeña Bea, su hija recién nacida, que no pudo conocer a su hermana, fallecida unas horas después de su nacimiento.
Darcy, de seis años, padecía de desde su nacimiento, de asociación VACTERL, una serie de defectos que atacan a distintas partes del cuerpo, principalmente con anomalías vertebrales, traqueales, esofágicas y cardíacas.
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De hecho, la niña había sido operada 20 veces en su corta vida y esperaba una cirugía al corazón, sin embargo, una fuerte infección, combinado a su delicado estado de salud, le quitó la vida anticipadamente, sin poder conocer a su pequeña hermanita recién nacida.
“Lo más devastador es que Darcy no pudo pasar suficiente tiempo con Bea, porque eso era lo que más le entusiasmaba. Habrían sido las mejores amigas”, indicó la madre, de acuerdo a la información recogida por el diario inglés Daily Mail.
Por esta razón es que Emily y Kristian decidieron conservar el cuerpo de Darcy por cinco días para pasar tiempo en familia y poder sacarse fotos, algo con lo que estuvieron de acuerdo los médicos del hospital donde estuvo internada la niña de seis años.
Para esto, el recinto de salud puso a disposición de los padres una habitación temperada, para conservar en buen estado el cuerpo, como también hacer moldes con sus manos.
“Cuando pudimos llevarla hasta allá, no estaba segura de poder sentarme con ella durante cinco días (…) no pensé que sería capaz de hacerlo, pero tan pronto entramos, me sentí muy tranquila y no quería irme al cabo de cinco días“, cerró la mujer.