Muchos tienen la suerte de poder contratar un servicio de aseo que deje tu casa reluciente. Sin embargo, la experiencia que vivió Geevee Snow te hará pensarlo dos veces antes de pagarle a alguien para que limpie tu hogar.

A través de su cuenta en Facebook, la joven estadounidense evidenció la desagradable sorpresa que se llevó cuando volvió a casa luego de que dos mujeres quedaran a cargo de hacerle el aseo. Al entrar al inmueble encontró a una de ellas borracha e inconsciente.

“Contraté a dos jóvenes de la agencia Joanna’s Cleaning Service en Brooklyn y no limpiaron una sola cosa, sólo se bebieron todo mi licor y destruyeron mi hogar”, relató Snow en su publicación de redes sociales, tal y como consigna el sitio BioBioChile.

Al ver los terribles daños que habían causado las mujeres (una de ellas escapó), llamó a la policía para denunciar el hecho. Sin embargo, cuando regresó, encontró a la empleada en el sillón comiendo helado que había robado de su refrigerador.

A pesar de que los policías verificaron los destrozos, le dijeron a Snow que las limpiadoras no habían cometido ningún crimen. Sin mayor solución por parte de los agentes, la joven recurrió a la agencia donde había contratado a las mujeres para solicitar un reembolso del servicio, tal y como consigan el sitio estadounidense The New York Post.

No obstante, la dueña del servicio justificó a la empleada, señalando que su esposo la había dejado y su hija adolescente estaba embarazada, y por estos motivos emocionales había recurrido al alcohol. “Esto no había ocurrido antes”, se excusó.

Un giro en la historia

Una vez que se viralizó la publicación, una mujer identificada como Joanna Sokolowska se puso en contacto con la joven, reclamando que su compañía, “Joanna Cleaning Service” dejó de ejercer el servicio de la limpieza desde 2017.

En este contexto, insistió en que la mujer a cargo de esta agencia, era una exempleada suya que había sido despedida y que estaba usando ilegalemente el nombre de la compañía para programar servicios de manera irregular.

Finalmente, la joven afectada nunca pudo solucionar la situación, ni recibir un reembolso por los daños en su hogar, debido a que la mujer del servicio nunca más contestó sus llamadas.