Un hecho de extrema violencia y crueldad se vivió en la ciudad de Texas, en Estados Unidos, cuando un menor fue torturado, literalmente, una pareja, tratando de ahogarlo y amarrando sus genitales con una cuerda.
Los criminales fueron identificados como Christi Howel y Casey Shackleford , nada más y nada menos que la madre y el padrastro del chico de tan sólo 13 años.
El pequeño confesó en el tribunal que el pololo de su madre, lo tomó por el pelo y y le puso una toalla fuertementre contra su rostro mientras la mujer le lanzaba agua en cantidad en la cara, la nariz y las orejas, tratando de ahogarlo, en una forma de castigo conocido como tabla de agua o submarino en Estados Unidos.
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Este terrible y conmovedor final para el niño se produjo simplemente, según confesó el propio afectado, cuando le dijo al “padrastro” que había tratado mal a su perro, algo que claramente no gustó al hombre.
Pero eso no es todo, pues tras la revisión médica, los doctores de la Fiscalía aseguraron que el menor tenía otras marcas de violencia física. Las más graves marcas por quemadura producidas por fricción de una cuerda en la espalda, el cuello y los genitales. En este último caso las evidencias clínicas arrojaron tal como dijo el niño, que sufrió el brutal e inhumano castigo por entre 10 y 15 minutos, lo que provocó heridas y quemaduras de diversos grados.
El chico además confesó que su madre utilizaba diversas formas de castigado contra él, que Shackleford lo cacheteaba y que lo castigaba físicamente, por ejemplo, por no hacer apropiadamente flexiones de brazos.
Horrible acto de violencia contra este chico de 13 años, que quedó bajo los cuidados de servicios de menores de Texas, mientras su madre y su pareja quedaron en prisión preventiva mientras dure la investigación y arriesgan hasta 20 años de cárcel por el delito de abuso y daños graves a un menor de edad, además el juez podría sumar como agravante el hecho de que se trata nada más y nada menos que de la madre.
