En 1999, un hombre sufrió un complicado accidente automovilístico en la frontera de Estados Unidos con México, cerca de la ciudad de San Diego. Las lesiones fueron tan grandes, que él quedó con daño cerebral permanente, incapaz de hablar o de moverse por su cuenta.
Pero lo más impactante de esta historia, es que como no podía hablar, no podía dar a conocer su identidad. Además, no portaba documentos y ningún familiar reclamó por él… al menos, por 16 años.
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Durante más de una década, el hombre fue llamado sólo como “Garage sesenta y seis” por las enfermeras y médicos que lo atendían, como recoge Yahoo News Australia.
No fue hasta la semana pasada, que una familia llegó hasta el lugar buscando a un pariente desaparecido. Poco después, confirmaron que se trataba del hombre abandonado en la Enfermería Villa Coronado.
Hoy, él será regresado a su familia, que ha pedido que respeten su privacidad, por lo que no han revelado su identidad a los medios y tampoco se destaparán más detalles del accidente que destruyó su vida.
