Declan Bitmead-Ellis de 6 años, oriundo de Carshalton, Surrey, Inglaterra, casi queda ciego, además de llenarse de ampollas de la cabeza a los pies, luego de ingerir antibióticos recetados para tratar una amigdalitis.
Luego de tomar amoxicilina, una de las drogas más comunes para tratar estos cuadros, su cuerpo comenzó a experimentar decaimiento y un ardor extremo. Lo raro es que él ya había tomado anteriormente ese mismo remedio y no había presentado problemas.
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Fue tan grave lo que vivió el niño, que los doctores le diagnosticaron una necrólisis epidérmica tóxica, enfermedad cutánea que, según le dijeron a la familia, terminaría por matar al pequeño Declan.
Gritando de dolor y sin poder cerrar los ojos, el fuerte pequeño luchó con todo en el hospital de niños Bristol Royal. La reacción del antibiótico fue tan severa que afectaron el revestimiento de sus ojos y no podía abrirlos. Su piel, en tanto, se caía a pedazos y él perdía y recuperaba su conciencia durante horas.
“Fue totalmente aterrador. No podíamos creer que todo se debió a un par de píldoras. Cuando empezó a perder piel, fue horrendo. No estaba segura si iba a volver a casa. Cuando lo vi ahí, sin piel, apenas lo reconocí“, declaró al medio británico Metro, la joven madre del menor, Ashleigh Ellis (28).
Afortunadamente Declan sobrevivió y hoy se encuentra de vuelta en casa con su familia, y pronto los médicos aseguraron que le operarán los ojos para que recupere por completo su vista, ya que por ahora debe usar lentes de sol para proteger sus delicados ojos. Sus pestañas están creciendo hacia dentro, por lo que también deben ser arrancadas.