A la hora de bautizar a un pequeño con el nombre que lo acompañará por siempre -a menos que se lo cambie en el futuro-, algunos padres toman decisiones extremas y en muchos casos arruinan la vida de su retoño.
Lo anterior podría ser el caso de un pequeño nacido en Argentina y que posiblemente será blanco de burlas en su etapa escolar o que incluso tendrá problemas para conseguir trabajo u otro beneficio… todo por su particular nombre.
Sus padres, “desbordando” creatividad decidieron llamarlo Lucifer y con esa idea acudieron al Registro Civil de la localidad de Santa Fe.
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De acuerdo a lo acotado por diario La Cuarta, los funcionarios del servicio público que atendieron a los progenitores se incomodaron y en primera instancia dudaron en aprobar el nombre, sin embargo, tras obtener la venia de los altos mandos de la institución, finalmente el pequeño fue inscrito como Lucifer.
Para explicar la inusual aprobación, el director del Registro Civil de Santa Fe, Gonzalo Carrillo, admitió que “la norma dice que no se pueden poner nombres extravagantes. El tema es ¿qué es considerado extravagante?”.
Un hecho similar ya había ocurrido en la localidad cordobesa de San Francisco. En dicho lugar, unos padres igual quisieron bautizar a su retoño como Lucifer, pero en aquella oportunidad su anhelo fue prohibido.
