Escuchar tu propia voz puede ser una experiencia bastante molesta, sin embargo, es más común de lo que muchos creen, tanto que la propia ciencia se ha preocupado de encontrarle respuesta a esa “incómoda” situación.

Para aquellos que odian escucharse en un video de Facebook o en un audio de WhatsApp, un grupo de científicos de la Marquette University, en Wisconsin, Estados Unidos, se preguntaron por qué cuando escuchamos nuestra voz desde un aparato tecnológico, por ejemplo, suena más “chillona” y aguda a como la percibimos naturalmente, consigna el medio británicoa The Sun.

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Esto, se explicaría porque existen dos caminos distintos que utiliza nuestra voz para llegar al cerebro. Ésta transita un camino que comienza en el canal auditivo externo, luego pasa por el oído medio, llegando hasta la cóclea para finalizar en el cerebro. Además, viaja a través de conductos óseos hasta la cóclea, los que son responsables de que nuestra voz se escuche más profunda o “grave”.

Sin embargo, cuando escuchamos nuestra voz grabada, no percibimos la gravedad causada por este paso por las vías óseas, produciéndose todo lo contrario, pues se refuerzan los tonos agudos, y se elimina la profundidad, tal como ocurre cuando nos escuchamos en algún video o grabación.

El doctor William Cullinan señala que “odiamos nuestra voz porque nos parece muy extraña”, agregando que “seguramente nunca oiremos nuestra voz real, y eso es porque no podemos evitar los estímulos internos y externos, antes de escuchar nuestra propia voz“.

La ironía es que eres la única persona que se escucha a sí mismo de la forma en la que cree que los demás lo hacen“, remata.