El abogado inglés de 40 años, Jonathon Hogg, se encontraba viajando en avión hacia un exótico destino en el que esperaba pasar unos días trabajando: Ciudad del Cabo, Sudráfrica. Pero mientras volaba a miles de metros de altura, ocurrió un evento que alteraría todos sus planes.

Mientras viajaba, fue mordido por un peligroso arácnido muy reconocible por sus marcas de “violín” en la espalda: una araña reclusa café. Lo más terrible de todo, fue que no se dio cuenta inmediatamente y estuvo dos días en el océano llevando a los turistas a nadar entre tiburones blancos.

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“El tercer día comenzó a arder”, explicó al portal viral Buzzfeed News. Intentó aguantar el dolor tomando Ibuprofeno, pero finalmente decidió ir al hospital. Allí, le dijeron que se trataba de una mordedura de araña y que tenía que cancelar todos sus planes. “Si te subes a ese bote, perderás tu pierna”, le dijeron.

Al igual como ocurre con la araña de rincón, este arácnido le inyectó un veneno necrótico capaz de “derretir” la carne y todo lo que haya alrededor. La situación era aterradora: “Cortaron secciones de mi pierna y las sacaron, cortaron alrededor del veneno porque derretía mi pierna”, explicó. La acción tuvieron que repetirla varias veces ante su mirada.

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Slater And Gordon | PA PICTURE DESK
Slater And Gordon | PA PICTURE DESK
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Prácticamente cortaron casi todo el músculo de su pierna y le dijeron que “si te hubiera mordido un poco más cerca de la vena, estarías muerto, porque también las derrite su veneno”, precisó. Fue así como su viaje sabático se convirtió en cuatro cirugías en dos distintos hospitales.

La peor parte fue tener que volver a subir un avión y con muletas para seguir tratándose en Estados Unidos. “La única forma de subirme es que todo el equipo inspeccione el avión antes alrededor mío”, agrega. Incluso, debe tomar medicación para controlar sus nervios. Es por esto que ahora está demandando a la aerolínea que lo transportó, Qatar Airways, por daños físicos y psicológicos.