Jordan James Parke es un joven de 23 años que se ha gastado más de 140 millones de pesos en diversos procedimientos estéticos para parecerse a Kim Kardashian.
En diciembre pasado te contamos su historia, y cómo James se obsesionó con la celebridad luego de verla en un capítulo de su reality show Keeping up with the Kardashians, asegurando que amaba todo sobre ella.
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Tatuaje de cejas, depilación láser de cabello, relleno en los labios, y diversos tratamientos estéticos, lo han convertido en una plástica versión de la esposa de Kanye West. Lo más peligroso es el tema de su boca, pues los doctores le han advertido que éstos podrían explotar si no para su obsesión por rellenarlos.
No obstante, pese a la advertencia el inglés continúa preocupado por que éstos pierden su volumen, pues recientemente señaló a un programa de televisión del canal E! que ya no puede mover la cara como resultado de tanto procedimiento, y que sus labios tienen una “fuga”.
“Realmente no puedo mover mi cara. Solo quería un poco de definición y acabaron siendo cada vez más grandes, pero cualquier tipo de atención es buena atención“, dijo en el programa, señalando que también estaba muy preocupado de que sus labios volvieran a ser pequeños si seguían goteando.
A pesar de esta grave condición, Jordan pidió más cirugías en el espacio. Consultó si podía tratarse la nariz, pero los médicos le indicaron que si se operaba la nariz no podría respirar debido al enorme tamaño de sus labios, por lo que no le quedó otra opción que acatar la recomendación.
Los médicos también le sugirieron que reducir su labio superior para así acabar con la resequedad de éste. El joven se aplica vaselina cada 10 minutos en esa zona.
Su reacción inmediata fue: “No quiero labios más pequeños“.
Respecto a su obsesión, él se reconoce como un adicto al relleno de labios, pero agrega que nunca se ha sentido mejor.
“Soy adicto al relleno de labios. Cuanto más grandes, mejor. Nunca me he sentido mejor conmigo mismo. Me río cuando la gente trata de insultarme diciéndome que luzco plástico o falso. ¿Creen que interesa lucir natural? Si así fuera hubiese pedido mi dinero de regreso hace tiempo“, afirma convencido.
“Cada vez que veo un nuevo procedimiento, tengo que probarlo. Voy a la clínica tan a menudo que me dan un descuento. Hago pedir dinero prestado a mi familia. Pero también he trabajado mucho, en ventas y en un centro de estética“, aclara.
Jordan es maquillador y confiesa que él tiene todo lo que desea debido a que cuando pequeño veía a su madre cómo podía gastar hasta el último peso en conseguir lo que ella deseaba, y a ella también le gusta comprarle cosas, admite.