La policía de la ciudad de Hamburgo, Alemania, tuvo que lidiar con una pesada y extrema broma realizada en uno de los vagones del metro de la ciudad.
Se trata de una pared de ladrillos que fue construida en un carro y que tomó cerca de 12 horas e involucró un gasto cercano a los 7 millones de pesos chilenos derribarla.
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Según informó el medio británico Metro, al darse cuenta de la existencia de la pared, la policía solicitó a los pasajeros que descendieran rápidamente del metro. Lo curioso es que nadie notó o tiene información sobre su construcción, consigna el medio británico.
“Los ladrillos estaban unidos entre sí con un adhesivo y luego se pegaron al área de la puerta, en el panel, también con un adhesivo extra fuerte“, señaló respecto el muro una fuente policial.
Más allá de la broma, la policía insiste en que está en busca de los responsables, quienes podrían arriesgar hasta cinco años de prisión o una multa bastante alta.