Un cuarto de siglo es la edad perfecta para comenzar más allá de tu nariz. A los 25 muchos son los que ya están trabajando o terminando sus estudios, y es la edad en que realmente comienzas a sentirte como un “adulto joven”.

Ese calificativo que tanto odiaste cuando más joven, ahora te mantiene en una especie de limbo, pues pese a que debes cumplir con nuevas responsabilidades, también puedes permitirte algunas locuras propias de un veinteañero.

Lo que sí no puede seguir pasando, son ciertos hábitos que realmente no te están haciendo nada de bien…¿O vas a decir que cuando ahora sales de fiesta, al día siguiente la “caña” no te persigue todo el santo día? Eso amigo (a), ocurre simplemente porque estás creciendo o, en otras palabras, estás pasadito (a).

Así que ¿Para qué sufrir cada fin de semana, si puedes disfrutar de otros “carretes” igual de buenos pero sin consecuencias fatales?

En ese contexto, con ayuda del blog estadounidense HelloGiggles, te vamos a dejar con una lista de 20 hábitos que deberías dejar atrás si ya cumpliste los 25.

15.- Demasiada comida para llevar o envasada: Ya estaría bueno que te esforzaras por cocinar, además…nunca sabes lo que otra gente puede poner tu comida.

14.- Insistir en tener citas con personas que no te aportan nada: Sabes que te mereces algo mejor, simple.

13.- Utilizar tu tarjeta de cŕedito como si no tuvieras que pagarla: Típico que cuando estás en la universidad sacaste esa tarjeta de tienda comercial para estudiantes, te endeudaste, y no pagaste hasta años después. Ahora que trabajas es posible que repitas la misma historia pero con montos mucho más altos, así que por favor, ¡Piénsalo!

12.- Quedarse hasta la madrugada pegado a Netflix y/o a la tv: Esto es especialmente dañino cuando tienes un trabajo a tiempo completo, porque si estabas acostumbrado a madrugar la cosa cambia cuando trabajas. De a poco irás sintiendo los efectos de esas horas que decidiste malgastar viendo televisión hasta “las tantas”.

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11.- Sentirse mal cada vez que un amigo de Facebook anuncia su compromiso o tiene una guagua: La gente simplemente está intentando ser padres jóvenes, pero eso no quiere decir que estés “atrasado” (a), pues no es una carrera ni mucho menos. Todos llevamos nuestra vida de manera diferente, y eso no es motivo para estar triste o ansioso (a).

10.- “Cañas” de 24 horas: Como te mencionamos en el comienzo de la nota, definitivamente las “cañas” después de los 25 duran bastante más tiempo que cuando estabas en la universidad, por lo que ya estaría bueno que conocieras tus límites antes de salir de fiesta…¿Qué sentido tiene pasarse el día siguiente vomitando todo el día en el WC?

9.- Demasiadas conversaciones vía chat: Llamadas por teléfono, correos electrónicos o reuniones personales obviamente tienen mucho más sentido y significado. Intenta tener más de este tipo de encuentros, que limitarte a hacer todo vía Facebook o Whatsapp.

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8.- Dormir hasta el mediodía los fines de semana: Es cierto que a veces necesitas dormir un poco más, sobre todo si tuviste una semana pesada, pero no olvides que ahora tus fines de semana son tus únicos días libres, por los que aprovecharlos para visitar a amigos o hacer las cosas que te gusten, puede ser mucho más provechoso.

7.- “Pelar” en el trabajo: A veces es inevitable, e incluso hay algunos que dicen que es saludable, pero el exceso de pelambre puede crear un ambiente hostil y volverse en tu contra.

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6.- Sentirse demasiado cómodo en un trabajo: En estos tiempos la movilidad es el eje central en los trabajos, sobre todo a tu edad. No debes pensar en que este es el trabajo de tu vida, porque probablemente tendrás muchos más. Eso sí, el trabajo que tengas debes realizarlo siempre de la mejor manera posible.

5.- Sacar la basura cuando el tacho está por explotar: A menos que quieras compañía de ratones y que tu casa esté pasada a desperdicios, no esperes a que el tacho se llene para recién botar la basura.

4.- Revelar demasiada información en redes sociales: Cuidado con entregar tantos datos o con esos arranques de sinceridad, sobre todo si tienes a tus jefes en Facebook o Twitter. Es mejor que inviertas esa energía creando un blog anónimo o algo similar.

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3.-Dejar “indirectas” a tus compañeros de departamento: A nadie le gusta la confrontación, pero es parte de la madurez saber enfrentar las cosas y discutirlas. Dejar “notitas” es muy cobarde.

2.-Tomar sin permiso las cosas de otra persona: Esto también aplica al punto 3. Si algo no es tuyo, simplemente no lo tomes. No hay excusas, por mucho que esa persona sea “buena onda”, como reza el viejo dicho, “en lo ajeno reina la desgracia”. Y de verdad, aunque creas que su dueño no lo notará, sí lo hará.

1.-Espiar por Facebook a ex parejas o romances: Todos lo hacemos, unos más otros menos. Pero una buena idea es preguntarse “¿Por qué estoy leyendo sobre la vida de alguien que hace mucho tiempo no genera nada positivo en mí?”. Además, todos sabemos que intentar controlar los movimientos de una ex pareja, sólo traerá problemas innecesarios.

Extra:

Comprar golosinas o comida chatarra cada vez que tienes hambre…no es necesario explicar, ¿Cierto?