Han sido semanas complejas para Karen Bejarano. Entre la polémica con su hermana Charlot y el regreso a la música, la cantante se refugia en su familia para enfrentar los problemas.

Fue en ese contexto que la ganadora de El Discípulo del Chef manifestó todo su amor y admiración para su hijo, Guille, fruto de su matrimonio con Juan Pedro Verdier.

Por medio de una emotiva dedicatoria en su cuenta de Instagram, la ex integrante de Mekano reflexionó sobre su condición de madre y la crianza que tiene con su hijo.

“¿Cómo alguien tan chico puede ser tan grandioso? Es una pregunta que no me dejo de hacer”, partió señalando en el escrito.

“De él he aprendido las cosas más importantes de mi vida y la mayor parte del tiempo me hace ver diferentes perspectivas de un mismo asunto. Me obliga a pensar más allá de lo común… me incita a salir de la caja”, agregó.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida por Karen Paola (@karenbejaranotv)

La artista comentó que más que criarlo, es él quien le enseña todos los días cosas diferentes que la hacen ser mejor.

“¿Cómo tratarlo como a un niño, si es un maestro? Los niños vienen a enseñarnos más de lo que nosotros podemos enseñarles a ellos. Y eso de que somos los padres y tenemos la razón solo por serlo, es una burrada”, reflexionó.

Karen Bejarano y su rol de madre

Bejarano reconoció que muchas veces los padres transmiten sus traumas a los hijos, por lo que siempre es bueno tratarse con ayuda médica.

“Claramente, somos seres humanos dañados. Lamentablemente, cuando no tomamos la decisión de sanarnos para poder guiarlos bien, comenzamos a intoxicarlos con nuestras propias carencias. Los transformamos muchas veces en seres frustrados que no dan la talla de nuestras expectativas… mal ahí gente, mal ahí”, dijo.

En esa misma línea, recalcó que “como padres que somos, los invito a escucharlos más. Ellos tienen respuestas sanadoras que pueden ayudarnos a ver con mayor claridad la verdadera felicidad. Por algo Jesús decía: sean como niños”.

“No dejemos de jugar, reír, asombrarnos, ensuciarnos, aprender, dormir siesta, buscar abrazos y ser curiosos. Gracias Guille querido por ser mi maestro en esta vida. Te amo muchísimo”, cerró.