Uno de los famosos que ha vivido las manifestaciones en Plaza Baquedano de cerca es Sergio Lagos. Y es que el animador vive a tan solo dos calles del lugar de reunión de los manifestantes, lo que le ha permitido conocer de manera muy cercana lo que ocurre durante las protestas.
El periodista vive en la esquina de Lastarria con Merced junto a su esposa Nicole, y sus dos hijos: Celeste de seis años y León de 11.
También puedes leer
Una de las cosas que ha cambiado es cuando lleva a sus hijos al colegio, por lo que se ha tenido que levantar más temprano debido al taco que se genera por la falta de semáforos. Asimismo, reveló a Las últimas Noticias que sus rutinas comienzan más temprano desde que comenzó el estallido social.
En ese aspecto, sostuvo que ya no utiliza el auto para ir al canal, se va y viene caminando. “Depende de los días de grabación, puedo salir a las 17.:30 o a las 21:00 horas, me vengo caminando del canal, paso por ese sector donde se desarrollan las manifestaciones”, precisó.
En esa misma línea, agregó que “no uso mascarilla, porque a estas alturas uno ya tiene un nivel de resistencia a las lacrimógenas mucho mayor”.
En cuanto a cómo ha vivido las manifestaciones cerca de su hogar, explicó que depende de los días, “el martes 19 de noviembre estuvo fuerte y fue hasta bien tarde. Se sienten los gases, el humo, así es que cerramos todas las ventanas más temprano de lo habitual por las tardes”.
En ese contexto, hace algún tiempo comentó que se iba a cambiar de casa, hecho que hasta el momento no se ha concretado. En ese sentido explicó que “lo he pensado harto, pero si nos hubiéramos cambiado antes, tal vez los niños no hubieran podido dimensionar lo que realmente pasa. No se les hubiera despertado la curiosidad y lo verían muy de lejos”.
Incluso, reveló que ha salido a caminar con sus hijos por el barrio para leer los rayados, “que es un shock de realidad potente y ahí conversamos”. De hecho, señaló que “hemos ido a marchas más pacíficas también. La Celeste me pregunta qué es ‘evade’, entonces están aprendiendo un léxico nuevo. León bromea con que a él le gustaría hacer su propio rayado”, finalizó.