Fue el 24 de septiembre pasado, cuando TVN dio inicio a la segunda temporada del programa Rojo, el color del talento, para que 26 nuevos participantes demostraran sus habilidades artísticas sobre el escenario.
A un mes del inicio de la competencia, los televidentes ya tienen a sus participantes favoritos, y en la categoría cantantes, Emilia Dides se ha convertido en una de las mejores evaluadas tanto por el público como por el exigente jurado.
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Tanto así que incluso sus propios compañeros la nominan como la posible ganadora de esta segunda temporada. Incluso Nicolás Tovar le ha puesto un 5.0 por una presentación, su nota más alta en lo que va del programa.
Pero más allá de sentirse plena y relajada con esta popularidad, Emilia confesó a LUN que siente mucha presión, la misma que le ha hecho bajar seis kilos en un mes. “He adelgazado harto. Yo llegué a la audición con 66 kilos (mide 1.75) y ahora estoy en 60. Es por la neura de la competencia, así que ando con menos hambre y me cuesta dormir. Y también me importa el qué dirán, que me encuentren un rollo gigante“, indicó la joven.
Más que sentirse una estrella de la competencia, Dides aseguró que es un gran responsabilidad tener que sorprender en cada presentación y mantener el apoyo del público y sus compañeros. “Es bonito el apoyo, pero me dijeron que estoy estresada por cumplir, que estoy sobreexigiéndome, pero así soy yo“, sinceró.
Cabe señalar que el talento de Emilia es de herencia. Su madre, Joanna Maffei, fue soprano y le enseñó a cantar, consignó el medio nacional. En estos momentos la joven decidió congelar su carrera de canto en el conservatorio de música de la Universidad Mayor.
Respecto a la mala onda en redes sociales, la cantante reconoció que le “ha tocado de todo“. Si al principio se espantaba porque la trataban de “cuica tal por cual” o de que se limpió el camino votando por alguien de la competencia, ahora comentó que realmente prefiere no leer los comentarios porque sabe que “nunca le voy a agradar a todo el público”.