Hasta las presentaciones de Ricardo Meruane y Pedro Ruminot el humor había sido uno de los grandes triunfadores en Viña 2016. El encargado de abrir los fuegos con una rutina cargada de risas y ataques a la política fue Edo Caroe, que con su presentación terminó de consagrarse como uno de los más importantes comediantes de nuestro país.

Sin embargo, menos de una semana después, su magia no bastó para convencer a un exigente público, que lo terminó pifiando. Y no hablamos de cualquier audiencia sino que la de su querida ciudad natal, Temuco.

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El coterráneo de Jean Philippe Cretton viajó hasta la Araucanía para presentarse en la fiesta de Aniversario de la capital regional, realizada en la Isla Cautín. Sin embargo y contra todo pronóstico, no se llevó los aplausos sino que todo lo contrario.

Según publicó SoyChile.cl tras una generosa ovación de Bienvenida, pasaron sólo unos minutos para que las pifias comenzaran a caer generosamente desde la parte posterior del público.

Fueron largos 30 minutos de intensas pifias que no cesaron hasta que el artista bajó del escenario, al cual no volvería. Sin embargo, Caroe salió a defenderse justificando el ‘fracaso’ en problemas técnicos.

“La recepción fue súper buena, el recibimiento fue súper bueno, lo que pasa es que no se escuchaba ni una mierda atrás, porque la Municipalidad hace un evento para no sé cuánta gente, donde no considera el audio de atrás”, aseguró en el Diario Austral.

La Municipalidad de Temuco comentó también sobre el evento al que llegaron 25 mil personas, muy por sobre las 15 mil que se esperaba. Al alcalde Miguel Becker declaró que , “No es un problema de la Municipalidad, la amplificación era suficiente, los equipos contratados eran los suficientes para las personas ubicadas en el lugar que corresponde. Si alguien se quiso poner en Las Quilas, no escuchó nada, y si alguien se quiso poner pasado el Puente Ferroviario, tampoco escuchó la rutina o la música, muy poco”, dejando entre ver que realmente fue la rutina del gracioso mago lo que no gustó a los temuquenses.

Así Edo cayó del cielo de su victoria en el Festival de Viña al infierno de las pifias en el lugar menos esperado.