Fernanda Ramírez es, sin dudas, una de la sprincipales revelaciones actorales de este 2015, luego de su participación de Vuelve temprano de TVN, llegó a instalarse a Mega y ya lleva dos teleseries al hombro.
Primero fue “Gladys” en Pituca sin lucas y ahora la podemos ver interpretando a “Camila” en Papá a la deriva, una escolar enamorada de Cristóbal Montt (Simón Pesutic), y que la tuvo bastante complicada al comienzo.
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En entrevista con la revista Mujeres del diario de circulación gratuita “La Hora”, Fernanda señaló que fue difícil diferenciarse de su papel anterior, sobre todo porque tuvo solo dos semanas para preparar su nuevo rol. Para ello se cortó la chasquilla, subió su timbre de voz y se inspiró en un particular personaje de Disney Channel, la protagonista de la popular serie infantil, Violetta.
Además, la actriz confesó a la publicación que la repentina fama le ha traído uno que otro desafío, debido a su personalidad.
“La verdad es que me cuesta relacionarme en la vida…Yo tengo que ver a una persona tres a cuatro veces para entrar en confianza. Entonces he tenido que generar una personalidad y encontrarme con lugares míos que no conocía y me ha servido para enfrentar esto. Yo no me puedo esconder y decirle a la gente que no me salude, porque es parte de mi trabajo”, señaló, agregando que siempre dice que sí a una foto y que incluso hay quienes le hablan como si fuera el personaje.
Confesó también que desde diciembre del año pasado que se independizó y que vive junto a su pareja, también actor, Francisco Dañobeitia, con quien lleva un año y medio de relación, pero se conocen hace cuatro.
Respecto a cómo era la situación de trabajar y vivir juntos, Ramírez señala: “Es todo un desafío porque nos vemos todo el día, pero también es una contención importante porque podemos conversar de lo que nos pasa en el trabajo…Es un vía de escape”.
