La Policía de Las Vegas arrestó este viernes a un sospechoso del asesinato del ícono del hiphop Tupac Shakur, que ha permanecido sin resolver durante 27 años, según reportaron medios estadounidenses.
Duane “Keffe D” Davis, de 60 años, fue arrestado en conexión con el tiroteo que terminó con la vida del rapero en la famosa Strip de Las Vegas el 13 de septiembre de 1996, informó el periódico Los Angeles Times.
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Después de años sin avances en el caso, el pasado julio la Policía de Las Vegas registró la vivienda de Paula Clemons, en Henderson (Nevada), esposa de Davis y quien en múltiples ocasiones había asegurado que su sobrino Orlando Anderson estuvo implicado en el asesinato del artista.
Ese último negó su responsabilidad en el asesinato en numerosas ocasiones, y dos años después de la muerte de Shakur, murió en un tiroteo entre pandillas.
El autor de Hit ‘Em Up fue asesinado a los 25 años después de salir de una pelea de boxeo en el hotel MGM Grand en Las Vegas tras recibir varios impactos de bala desde un vehículo.
En 2018, Netflix lanzó el documental Unsolved: The Tupac and Biggie Murders, en el que aparece Davis afirmando que había estado en el vehículo junto al hombre que había disparado a Shakur, pero no quiso dar el nombre del responsable.
La Policía de Las Vegas aseguró en el pasado que pese a la gran cantidad de testigos, la investigación se había estancado por falta de cooperación de los mismos.
A partir de su asesinato, la leyenda de Tupac creció de manera exponencial, convirtiéndolo en un emblema del hiphop estadounidense, y su muerte ha dado pie a la creación de teorías conspirativas.
La carrera musical de Tupac Shakur
Shakur nació el 16 de junio de 1971 en Nueva York, se crio entre la pobreza y la violencia de las calles y siendo adolescente ingresó en una escuela de arte en Baltimore (EE.UU.).
El álbum 2Pacalypse Now (1991) fue el primer paso de una carrera en la que se caracterizó por el estilo “gangsta”, una corriente del rap que aspiraba a retratar la miseria, la violencia y el racismo de los guetos, pero que, según sus críticos, glorificaba la vida de los criminales.