La noche del pasado domingo se vivió una nueva jornada de eliminación en Gran Hermano, una de las más reñidas que ha vivido el programa.

Con un 54,38% de los votos del público, Mónica Ramos tuvo que abandonar la casa ubicada en Argentina, frente al 45,62% que obtuvo Constanza Capelli.

“Agradecida por la oportunidad que me dieron ustedes, las personas que han seguido mi camino. Gracias a Gran Hermano, gracias por haberme cuidado, porque él se preocupó mucho de mí”, dijo.

Minutos más tarde, al despedirse de sus compañeros, sorprendió al lanzar su último deseo antes de irse.

“Me voy orgullosa, como les dije. Espero que me tengan, aunque sea una corona, chiquitita, para que me recuerden”, pidió entre risas.

“Me dijeron que era el récord nacional e internacional, así que mi título por la edad no se quedó solo en Chile, soy conocida en muchos países”, agregó.

“Cómo no me voy a sentir orgullosa, entonces que me tengan mañana una corona para irme”, concluyó.

La inesperada petición de la adulta mayor fue recibida entre aplausos por sus compañeros de encierro.