Max Cabezón fue reclutado para ser parte de la cuarta temporada de El Discípulo del Chef, donde actualmente se está luciendo en el equipo verde de Ennio Carota.
En entrevista con Página 7, el exfinalista de MasterChef habló de cómo ha sido su experiencia en el programa de CHV y también de su emprendimiento, Testardos Pizza.
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“Es emocionante, me lo estoy tomando súper en serio. Amo la competencia a nivel culinario”, partió señalando.
“No siempre se tiene la oportunidad de competir con pares que cocinan y que tienen experiencia, en un formato que es muy competitivo, estresante, dinámico, donde en 90 minutos tienes que llegar a sacar hasta 20 platos”, continuó.
Cabezón señaló que le “motiva mucho la idea de trabajar en equipo” y que está enfocado en triunfar en el estelar de CHV.
“Quiero llegar lo más lejos posible, mi intención es ganar. Para mí es muy lindo y emocionante estar acá”, comentó.
En esta línea, Max destacó que su paso por MasterChef y la carrera que llevó a cabo posteriormente le dejaron varias enseñanzas, las que hoy está reflejando en el El Discípulo del Chef.
“Meter todo eso a la juguera y poder aplicarlo hoy, con todos los conocimientos, está súper lindo. La competencia es muy emocionante, a mí me encanta este juego, a tal punto que me llego a obsesionar. Lo disfruto a flor de piel”, detalló.
“No siento que sea una revancha (con MasterChef), creo que es una reconexión conmigo mismo en la cocina, a nivel competitivo”, agregó.
Max Cabezón y su emprendimiento fuera de El Discípulo del Chef
Tras salir de MasterChef, Cabezón trabajó en varios proyectos, pero fue en 2019 cuando decidió apostar uno de sus sueños: abrir una pizzería.
Es así como nació su emprendimiento, Testardos, que ofrece distintos tipos de pizza, desde la clásica ‘Margarita’, hasta una llamada ‘La Rosalía’, que contempla un mix Salsa Pomodoro y Mascarpone, mozzarella fior di Llatte, camarones y salmon Ahumado, entre otros ingredientes.
“Testardos es uno de mis sueños, mi guagua. Llevamos dos años y medio funcionando, somos un equipo de 35 personas, repartimos en todo Santiago y en Viña del Mar, mi ciudad natal”, contó.
“Estoy muy contento, hoy puedo estar en El Discípulo del Chef porque mi equipo de Testardos me está apoyando. Es lindo contar con eso”, añadió.
Por último, sobre los complejos momentos que se vivieron por la pandemia, Cabezón destacó que sacó a flote el emprendimiento gracias al sistema de delivery. “Las plataformas digitales y las aplicaciones nos hicieron muy bien, porque pudimos mantener el negocio parado y ahora seguimos creciendo”, destacó.