Aterrador y surrealista. Así define su historia una joven australiana que cayó sin esperanzas de sobrevivir, ni paracaídas, a miles de metros de altura.
Se trata de Emma Carey, una mujer de 20 años que saltó en paracaídas y que vivió una verdadera historia de terror al ver que no funcionaba, mientras caía por más de 4 mil metros.
“La experiencia fue aterradora y surrealista. Pensé que iba a morir", expresó.
Momentos de terror luego que fallara su paracaídas
El hecho ocurrió en junio de 2013, cuando la joven decidió lanzarse junto su instructor sobre los Alpes Suizos, en Europa, y su paracaídas principal y el de emergencias quedaron enredados, recogió Infobae.
Emma vivió una caída libre desde una altura de 4.267 metros. A pesar que sobrevivió, debió recuperarse de graves lesiones que relata en su libro The Girl Who Fell From the Sky (La chica que cayó del cielo).
"En esos segundos, tuve dos pensamientos claros que hasta hoy recuerdo como si los hubiera tenido ayer: no quería morir y me dolía pensar que mi mejor amiga, Jemma, sería quien encontraría mi cuerpo”.
Con dicho relato, Emma se refiere a Jemma Mrdak, junto a quien viajó a Europa tras terminar la secundaria.
Emma y Jemma
Ese día ambas subieron a un helicóptero desde el que saltaron junto a sus instructores.
“Sentí un tirón en el cabello cuando se activó el paracaídas, pero en lugar de desacelerar, vi cómo las cuerdas estaban enredadas y mi instructor no respondía. En ese momento, el miedo se apoderó de mí”.
"Sabía que estábamos a punto de estrellarnos, sabía que había habido algún tipo de error, sabía que estábamos a solo unos segundos del impacto, pero aún no había pensado en lo que eso significaba. La gravedad de la situación me invadió tan rápido como me estaba arrastrando hacia abajo: estaba a punto de morir", expresó a The Guardian.
Mientras vivía la terrorífica caída, la australiana repasaba situaciones cotidianas de su día y se resistía a la idea de morir tan joven. “Quería un futuro, incluso las cosas más simples, como el sándwich que había preparado esa mañana”, dijo.
"¿Cómo estaba sucediendo esto? Todavía no estaba lista para esto", reflexionó mientras caía.
Finalmente, Emma Carey impactó el suelo tras la caída y, contra todo pronóstico, ella y su instructor sobrevivieron. Claramente, su cuerpo fue gravemente afectado con el impacto.
"No estaba muerta. Bueno, al menos estaba bastante segura de que no lo estaba. Podía oírme jadear y podía sentir el sabor de la sangre que llenaba mi boca", recordó.
"No puedo sentir mis piernas"
La joven australiana sufrió fracturas en sus vértebras, esternón, pelvis, sacro y terminó con una lesión en la médula espinal que le paralizó el cuerpo desde la cintura para abajo.
“No puedo sentir mis piernas”, fue lo primero que le dijo a Jemma, mientras su instructor permanecía inconsciente.
"Mis piernas no se movían. Mi alma se desplomó. El tiempo se congeló”, recordó en entrevista a The Guardian.
"Siempre había pensado que el dicho 'no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes' era una mentira cliché. Ahora puedo decirte desde el fondo de mi corazón que no lo es", relató.
"Mi vida era perfecta hace dos minutos y ni siquiera lo sabía", comentó la joven que esperó su rescate en el suelo.
Tras una hora, un helicóptero los trasladó a un hospital en Berna, capital de Suiza.
Emma y cómo es su vida actual tras el día que cambió todo
Desde ese día, Emma comenzó su recuperación. Tres meses tardó en recobrar de forma parcial la movilidad en sus piernas con ayuda de muletas, aunque nunca restableció la sensibilidad.
A más de diez años del accidente, Emma ha mantenido su actitud positiva y Jemma, su amiga, le ha ayudado en su recuperación.
“Decidí que no iba a medir mi felicidad en si volvía a caminar o no. Mi vida tiene valor más allá de mi capacidad física”.
“El peor momento de mi vida ya pasó. Puedo manejar cualquier otra cosa”, comentó, según recogió el medio trasandino.
Actualmente, Emma realiza charlas de motivación y puede pararse sobre un escenario. Así lo demostró hace un año en su charla TED, en donde busca inspirar a otros con su experiencia.


