Este viernes se reveló el impactante testimonio del sicario Brayan Monsalve, ciudadano colombiano que fue contratado para asesinar a un comerciante penquista, por orden de los hijos de la víctima.
Según informó BioBio Investiga, el sujeto confesó cómo los hermanos Guzmán planificaron el ataque.
En julio de 2023, Monsalve tuvo su primer contacto con Maximiliano y Luciano Guzmán, dos de los tres hermanos involucrados, y la pareja de ese último.
Según relató, trabajó para ellos “moviendo drogas” hasta que fue detenido en Coronel, lo que lo llevó a cortar la relación. Sin embargo, en junio de 2024, Luciano lo contactó nuevamente, esta vez con una oferta escalofriante: asesinar a su propio padre.
“Nano, quiero que mates a mi papá (…) no confío en nadie más, solo puedo confiar en usted”, le dijo Luciano.
Monsalve aceptó, impulsado por la necesidad económica, ante el nacimiento de su hija. El acuerdo incluyó una pistola, un celular para comunicaciones y $3 millones, pactados en dos pagos.
Sicario de comerciante en Concepción: "Nunca me pagaron todo"
Fue así como el 18 de julio, Monsalve ejecutó el plan. “Le disparé la primera vez, la bala no salió. Le apreté la segunda vez el gatillo y la bala tampoco salió”, relató.
Finalmente, en el tercer intento, logró herir a la víctima en la cabeza. “Yo pensé que Cucho estaba muerto, pues se cae al suelo y ahí mismo blanqueó los ojos”, sostuvo.
Creyendo que lo había asesinado, regresó a casa y se durmió. Sin embargo, más tarde descubrió que la víctima seguía viva en el Hospital Regional de Concepción.
Debido a lo anterior, los hermanos no cumplieron con el pago total prometido, lo que llevó a Monsalve a recibir pequeñas cantidades de dinero en transferencias.
“Nunca me pagaron todo. Me decían que no podían trabajar con la marihuana, que la yuta estaba encima y que como su padre no estaba muerto solo me iban a dar la mitad”.
Finalmente, todos los involucrados, incluyendo al tercer hermano, Mauricio Guzmán, fueron detenidos por la policía, enfrentando cargos por parricidio frustrado.
