Un joven colombiano de 21 años, llamado Daniel Eduardo, decidió ponerle fin a su vida en mayo del año pasado, lanzándose del décimo piso de un edificio, en Bogotá.
Ese día se supone que iría a buscar a su hermana que vivía en esa construcción, sin embargo, nunca llegó a verla. Según consignó el medio local El Tiempo, al parecer el joven no habría podido más con la carga psicológica que le significaron una serie de abusos sexuales de los que habría sido víctima en su excolegio.
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Fue su madre, Patricia Osorio, quien reveló el pasado 18 de octubre el contenido de una carta en la que Daniel relataba una serie de supuestos abusos por parte de curas del establecimiento donde estudiaba.
“Mamá: hoy llegó el día de decir adiós. Gracias por todo lo que me brindó. Me voy porque estoy cansado de esta vida. Yo jamás pedí venir al mundo y mucho menos pedí tener todos los trastornos psicológicos y afectivos que me hacen sufrir y no me dejan progresar. Y desde niño fui abusado en el colegio. Solo le pido que no me busque a donde voy a estar”, se lee en parte de la misiva.
La madre también detalló cómo se llevaban a cabo estos supuestos abusos y cómo se sentía su hijo al respecto. “Lo sacaban en camionetas blindadas, lo llevaban a fincas de recreo lujosas que no tenía ni idea dónde quedaban (…) En la última carta dice: ‘Me querían convertir en una prostituta””, explicó la mujer.
Su intención es que este caso no quede impune, aunque las denuncias que interpuso en contra del colegio y los presuntos responsables, no han prosperado.
Cabe señalar que Daniel Eduardo ya había intentado quitarse la vida algunos meses antes a su deceso. En esa ocasión el joven tomó un frasco de tranquilizantes, sin embargo, su madre lo descubrió a tiempo y lo llevó a un hospital, donde pudo recuperarse.
“Luego que Daniel se recupera del primer intento de suicidio, la mamá le pregunta: cuéntame quién fue, yo te puedo ayudar. Pero él responde que no quiere hablar del tema porque es muy difícil para él, y porque quienes están detrás del abuso, son personas muy peligrosas”, declaró el abogado de la familia, Julián Quintana al medio citado anteriormente.
Tras las revelaciones de esta madre, el tema causó gran conmoción en el país sudamericano, tanto así que el Colegio San Viator se vio obligado a responder, negando todas las acusaciones.
Albeyro Vanegas Bedoya, rector del establecimiento, dijo que “no conocen de ninguna investigación de la Fiscalía”. “He sido mencionado de alguna manera en este caso por la mamá de este estudiante, siendo yo director académico y rector de él por un día (…). El abuso es rotundamente falso para mí”.
Por otro lado, el abogado de la familia Osorio confirmó a los medios que la causa efectivamente existe. De hecho, en una nueva declaración de Vanegas, este describe lo que habría pasado realmente, confirmando, de paso, que sí conocía la causa en cuestión.
“En el 2006, soy acusado injustamente por un muchacho que habíamos expulsado en el Gimnasio Los Pinos por problemas disciplinarios. Ese niño es expulsado del colegio y en vez de contarle a la mamá lo que había pasado, dice que se retira de la institución porque lo habían acosado. Yo me presento a la Fiscalía voluntariamente y se inicia un proceso de investigación. Encuentran que soy inocente y absuelto tres veces de manera contundente”, indicó el rector.
La madre sacó la voz ante estas declaraciones, señalando que efectivamente sabía que su hijo había sido expulsado, pero que cuando fue al colegio, notó una actitud extraña del rector con su hijo. “Ella recuerda que el padre le dijo: ‘Acá explicándole al monito por qué no se tiene que ir. Si es por el pelo, no se preocupe, yo se lo corto’. Luego le cogió la mano al niño. Inmediatamente la mamá sintió que ese trato no era normal en una relación entre alumno y rector. Con esos indicios ella comenzó a sospechar”, declaró el abogado de la familia.
Por último, la investigación está recogiendo pruebas y la madre está empeñada en demostrar que el suicidio de su hijo estuvo motivado por el delito de violación del cual fue víctima. Asimismo, el rector del colegio fue apartado de su cargo, para permitir transparencia al proceso.