Conmoción es lo que se vive en la ciudad de Halle, Alemania, luego que la policía descubriera un terrible hecho criminal por el que una madre fue enjuiciada y sentenciada a prisión.

Steffi Schmitd fue acusada de matar a sus bebés recién nacidos y meterlos a un congelador durante 10 y 14 años. Y aunque fue ella misma quien reconoció que debía pagar por el horrible crimen que había cometido, su caso no deja de impactar a la población.

Schmitd culpó a su “exceso de trabajo” por el asesinato de sus dos bebés, según consignó el medio inglés Daily Mail. Tras matarlos, no podía soportar la idea de separarse de ellos, por lo que decidió meterlos a una bolsa de plástico y congelarlos.

La policía allanó su casa en el pequeño pueblo de Benndorf, en enero pasado, luego que su pareja más reciente les avisara.

Durante el juicio, ella explicó que ocultó su embarazo durante el 2004, dando a luz a una niña en la tina de su casa. Acto seguido la metió en una bolsa y la congeló. Lo mismo hizo cuatro años más tarde.

Lo más terrible es que una autopsia determino que al menos la primera bebé aún estaba viva cuando la metió al congelador, por lo que habría muerto de hipotermia.

Finalmente, la fiscalía había pedido una sentencia de 10 años para la mujer, la que además tiene dos hijos mayores, pero la condena fue de nueve años y medio.