Fue el pasado 10 de febrero la última vez que vieron a Fernanda Maciel Correa, la joven de 21 años de Conchalí, que en ese entonces tenía siete meses de embarazo. Un gran despliegue policial, y una alta cobertura de la prensa, están intentando dar con su paradero.

“Yo creo que alguien la debe tener. Con todo lo que hemos hecho, no llamarme, o por último mandar un mensaje para decir ‘estoy bien’”, señaló su madre, Paola Correa.

“Por su propia voluntad ella no se fue, algo le hicieron”, añadió su pareja, Luis Petersen, ante las cámaras de La Mañana de Chilevisión. Sin embargo, a 52 días de su desaparición se reveló un nuevo antecedente que corresponderían a unos “bocinazos” a las afueras de la casa de Maciel.

“Eso fue las primeras semanas. Pasaban autos por la noche tocando las bocinas, como que se detenían. Tengo entendido que fue solo acá en la casa”, señaló Valentina Maciel al matinal, sobre este hecho que causó sospecha.

Captua CHV
Captua CHV

“Se lo comentamos a la policía, pero creo que es gente que quiere molestar, porque crean falsas esperanzas. Uno piensa que a lo mejor es una persona que sabe, tocó la bocina y se quiso detener”, agregó.

Debido a que la policía maneja las cámaras de seguridad del sector, la familia no ha podido identificar los vehículos. “No podría confirmar si es una línea investigativa. Todo se mantiene en reserva y no tenemos información sobre eso”, añadió sobre este caso.

Recordemos que se acerca la fecha del parto de Fernanda, instancia crucial donde la familia espera que la joven aparezca sana y salva.