La ministra Carola Rivas, quien se encargó de las indagaciones relacionadas con el Caso Matute, se refirió a la línea investigativa correspondiente a la ingesta del fármaco pentobarbital como causa de la muerte del joven.
Las conclusiones que finalmente entregó la jueza a la familia de Jorge Matute ya habían sido abordadas por el comisario de la época, Carlos Stuardo. En efecto, el funcionario policial recabó información clave durante los primeros 12 días tras la desaparición del estudiante, que daba cuenta de 19 personas sospechosas de suministrar fármacos en fiestas penquistas.
Sin embargo, esa tesis quedó truncada luego de que el comisario Hernán Arenas -traído desde Santiago- desestimara lo avanzado por Stuardo, sin dar mayores explicaciones.
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En conversación con Radio Bío Bío, Rivas fue consultada si Arenas le explicó en algún momento por qué dejó de lado esta hipótesis, expresando que “yo nunca le consulté a él por qué había tomado esta decisión”.
Asimismo, la magistrada añadió que “yo tuve solamente -en esta investigación- una conversación al inicio para que me explicara qué es lo que había hecho y cuáles habían sido sus razones por las cuales había dirigido su investigación respecto de estas siete personas”, acotando que luego de ese encuentro nunca más tuvo contacto con él, específicamente porque “no lo necesitaba”.
Siguiendo en esa línea, la jueza señaló que ella ya había tenido el relato de quien le dio a conocer que existía esta línea (‘Hoja de Parra’), acotando que “cuando yo llego a esa carpeta no encuentro nada, un par de hojas sueltas y una definición, no de uno, sino de tres miembros del equipo de Arenas que me describen ‘el señor Arenas dijo que no teníamos que investigar esto, que sólo nos teníamos que dedicar a estos siete jóvenes’. Con eso a mí me bastó”.
Antecedentes
Cabe recordar que el comisario Carlos Stuardo interrogó a un testigo -que solicitó mantener su identidad en reserva- el 2 de diciembre de 1999, testimonio que dejó en evidencia un posible “modus operandi” por parte de un grupo de personas, quienes tenían como dinámica introducir drogas en tragos de jóvenes, usualmente en discotecas alejadas de la capital penquista, con el objetivo de tener sexo casual luego de ofrecerse a trasladarlos en sus vehículos.
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Sin embargo, esta línea investigativa -como causal de la desaparición de Matute- no se siguió, luego de que el comisario Héctor Arenas, proveniente de Santiago, tomara el liderazgo de la investigación y determinara que esta arista “no se investiga más”.
Volviendo a la causa en sí, Carola Rivas reiteró que “procesalmente no tenemos responsables. Yo tengo ciertas certezas respecto de a quiénes podemos presumir como responsables, pero eso finalmente queda en una convicción personal”.