Un brutal crimen tiene conmocionada a la ciudad de Phoenix, Arizona, luego que hace unos días se detuviera a un padre de 30 años que asesinó a su bebé de apenas seis meses por una insólita razón.
Se trata de Robert Resendiz, quien desesperado por el llanto incesante de su hijo, decidió morderlo y apretar su cuerpo, presionando sus piernas hasta que paró de llorar y dejó de moverse, según él mismo confesó a la policía.
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En primera instancia, eso sí, Robert aseguró que había encontrado a su hijo “flácido y que no estaba respirando” luego que él tomara una siesta. Por eso llamó al 911 y cuando los paramédicos llegaron para llevarlo al Hospital de Niños de Phoenix, se determinó que producto de las lesiones el pequeño no sobreviviría.
El niño presentaba una laceración hepática, una fractura en la muñeca lateral izquierda, una laceración del páncreas y varios hematomas en el muslo derecho, lo que sería la causa probable de su fallecimiento, consignó el medio Fox6 Now.
En tanto, la madre del bebé declaró a la policía que su hijo estaba “despierto y alerta” cuando se fue al trabajo, y durante la mañana envió mensajes de texto a Resendiz “para asegurarse de que estaba cuidando adecuadamente a su hijo”.
Alrededor de las 11.45 horas recibió un mensaje de que todo esta bien, pero una hora más tarde Resendiz le comunicó que el niño no estaba respirando. Finalmente, la policía señaló este martes que el bebé murió el jueves 21 de diciembre.
El caso sigue siendo investigado y ahora que el bebé murió Resendiz arriesga una condena mucho más alta. La fianza, en tanto, se estableció en 250 mil dólares.