Cuando tenía sólo dos años, Juan Andrés Flores Gutiérrez jugaba en el patio de su casa con su hermano mayor. Un improvisado paleteo se detuvo cuando la pelota fue a dar a un rincón de la vivienda ubicada en el valle de Azapa de Arica.

Paralelamente, sin que fuera informada la familia Flores, la policía efectuaba un operativo contra el narcotráfico en el sector. En medio de estas operaciones se realizó al menos un disparo “al aire” para intimidar a quienes habrían de ser detenidos aquel día, algunos metros allá.

El pequeño Juan cayó tendido y nunca más pudo ponerse en pie. Una “bala loca”, que pudo costarle la vida, lo dejó paralítico.

Hoy, 14 años después, y consagrado como Puntaje Nacional de la PSU 2017, Juan afirmó optimista a BioBioChile, que “todo se consigue con esfuerzo, con sacrificio”. “No hay barrera para conseguir las metas, estar en silla de ruedas es mucho más que no solo caminar, pero siempre vale la pena el esfuerzo y la recompensa”, afirmó.

Puntaje Nacional

Con 17 años, Juan Flores egresó del colegio Ford College de Arica y obtuvo 850 puntos en la prueba de Matemáticas, convirtiéndose en el puntaje más alto de la región de Arica y Parinacota.

Hoy contestó al llamado de medios, de autoridades y de su familia, que lo ha apoyado siempre. Sin embargo, dijo, se enteró de sus resultados consultado la página web, igual que todos.

Ya tiene pasajes comprados para el 7 de febrero, cuando -a pesar de los esfuerzos de varias casas de estudios- viajará a Santiago para inscribirse en el plan común de ingeniería, en la Universidad de Chile, donde comenzará su camino para ser un ingeniero eléctrico. Ya está dicho también, optará y seguramente gozará de la gratuidad.

Con este éxito, Juan sigue el camino de su hermano, aquel con el que compartió ese “partido” de tenis infantil que cambió su vida. Dos años atrás, él ya había obtenido doble puntaje nacional y ya había elegido a la casa de Bello, en Santiago.