Dicen que antes se pilla a un mentiroso que a un ladrón y este clásico proverbio podría bien calzar en la historia de un hombre que, por miedo a su esposa, inventó un secuestro.
Tal cual, la noche del martes, medios locales de Tacna, Perú, informaban sobre la historia de un chileno que había llamado angustiado a sus amigos para pedirles que por favor le enviaran dinero a través de un giro de Western Union, pues estaba secuestrado en la ciudad peruana.
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Los amigos, preocupados, enviaron el dinero, que sería retirado por un par de taxistas, pero pronto la verdad saldría a flote. Nunca estuvo bajo amenaza, ni perdió su libertad, sino que simplemente se gastó todo lo que llevó en apuestas y un night club.
Por miedo y con el fin de que su esposa no se enterara de sus andanzas, ni que le diera un sermón, creó este ‘ingenioso’ plan que parecía haber resultado… pero no, informó La Tercera.
La mujer, siempre más astuta al parecer, presentó rápidamente una denuncia a la unidad especializada de personas desaparecidas y secuestros, así la policía peruana detuvo a los taxistas rápidamente y la mentira del galán de las apuestas quedó al descubierto.
