En marzo del año pasado, la pequeña niña de 2 años Olivia Silva Ledezma fue trasladada de urgencia hasta el Hospital Sótero del Río, donde una semana después perdió la vida a raíz de la gravedad de sus heridas.
Los exámenes médicos revelaron un historial de golpes y abusos en manos de sus propios padres: la niña presentaba un traumatismo encéfalo craneano, un traumatismo abdominal con amputación de la vía biliar y del conducto pancreático, además de la perforación del duodeno, como recoge el portal Canal 13.
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“A consecuencia de ambos traumatismos se provocó el fallecimiento de la menor, el día 26 de marzo de 2014, estableciéndose que la causa de muerte fue tanto un traumatismo abdominal complicado, como una fractura de cráneo en el hueso occipital, lesiones ambas, recientes, vitales y provocadas por la acción inequívoca de terceros”, señala el fallo del Séptimo Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago.
Fue este tribunal el que hoy condenó a los padres de la pequeña por haberla matado a golpes: su progenitor, Alexandro Silva de la Jara cumplirá una pena de presidio perpetuo simple (mínimo 20 años en la cárcel) por parricidio consumado; mientras que la madrastra de la menor, Paula Fernández Crespo, pasará 15 años y un día tras rejas por homicidio calificado.
Los familiares de Alexandro culparon inmediatamente a su pareja por el hecho: “Lamentablemente nos tocó un demonio en nuestras vidas que la dejamos entrar en nuestra familia y de ahí ha empezado toda esta pesadilla. El fiscal quería condenar a alguien y ha condenado a los dos, pero uno de ellos es inocente y ese es mi hijo”, declaró el padre del condenado.
Pero finalmente, los jueces fallaron de forma unánime contra los acusados. Alexandro Silva había quedado a cargo de la menor de edad, luego de que la madre biológica, Romina Ledezma, se mudara desde España para buscar trabajo en Estados Unidos.
Ella aseguró en entrevistas anteriores que dejó a la niña a cargo de su bisabuela y su tía, pero tras ser demandada por “abandono de hogar” por su ex pareja, éste recuperó su tuición. Poco a poco, el hombre le cortó la comunicación, al punto de que se enteró varios meses después de la muerte de la pequeña.