Con el 30% de su cuerpo quemado resultó una fémina que había salido de su casa a comprar el pan para acompañar el mate en su hogar y en compañía de su esposo.
Un nefasto asalto tuvo cabida el pasado domingo en la provincia de Catamarca, Argentina. En la mencionada localidad, Mercedes Adela González de 50 años fue asaltada a medio camino entre su casa y el almacén del barrio.
Cerca de mil 500 pesos llevaba en su bolsillo cuando fue interceptada por un hombre de unos 40 años y que sin preámbulo la roció con alcohol y le prendió fuego, no sin antes hacerle una particular consulta. “Él me preguntó si yo sabía donde vendían droga y si tenía un vuelto y luego me atacó y casi me mata”, manifestó la víctima que se mantiene internada en el hospital de acuerdo a lo recogido por el diario cajamarquino El Ancasti.
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De igual forma y pese al shock nervioso del momento, recuerda detalles del desafortunado encuentro con el antisocial que se dio a la fuga. “Hoy entendí que cuando me pidió un vuelto, me estaba pidiendo plata y yo lo único que tenía eran 19 pesos (mil 500 pesos chilenos) porque iba a comprar pan para que tomemos mate con mi marido que se estaba afeitando. Mientras él me hacía esa pregunta, yo noté que tenía un cuchillo o una navaja, pero no vi la botella con alcohol. Cuando vi que tenía esa arma (cuchillo), retrocedí dos pasos, pero no sirvió de nada porque él me roció con el liquido, yo no sabía que era alcohol en ese momento, y me prendió fuego”, detalló González.
Tras el atentado, la mujer comenzó a clamar por ayuda, sin embargo y para su mala fortuna nadie la socorrió hasta que volvió a su morada. “Era muy temprano y no había nadie en la calle, luego de que él me rocía, se agachó y después salió corriendo. Ahí yo retrocedí dos pasos más y me di cuenta que me estaba prendiendo fuego. Fue en ese momento que comencé a gritar ‘¡papi, papi!’ pidiendo por mi marido, pero él estaba en el fondo y no me escuchó hasta que logré entrar a nuestra casa y ahí me socorrió, logró apagar el fuego, pero ya me había quemado”.
Finalmente y muy esperanzada en su recuperación, acotó que este ataque no frenará sus planes. “Mi marido ya está jubilado y estábamos esperando a cobrar su sueldo para hacer un viaje juntos y nos pasa esto, pero no me voy a caer y vamos a viajar como habíamos planeado porque yo me voy a recuperar”, enfatizó Mercedes.