El hombre que presuntamente embarazó a su hijastra de 10 años y estaba prófugo desde hacía 15 días fue capturado el sábado en Caazapá, unos 300 km al sureste de la capital paraguaya.
“Es una persona muy escurridiza. Sabe bien lo que le espera. Va a afrontar un frondoso juicio”, expresó el jefe policial Tomás Paredes, al presentar al sospechoso ante la prensa en el Departamento de Investigación de Delitos de Asunción, según informó la agencia AFP.
“Yo no la toqué. Soy inocente”, señaló el acusado, Gilberto Benítez, de 42 años. “Lo que pasa es que me peleé con mi novia (su madre). Ella es una busca pleitos”.
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Según argumentó el padrastro, la niña lo responsabilizó a él por temor a la madre. La menor tiene cinco meses de embarazo y está internada en un hogar maternal de la Cruz Roja.
Su madre está en prisión desde que a fines de abril se presume su complicidad con el abuso sexual.
“Estoy dispuesto a hacerme todos los análisis para demostrar que no fui yo”, insistió Benítez. “¡Con cuántas mujeres ya estuve y nunca las embaracé!”, se jactó.
El comisario Paredes dijo que el sospechoso fue apresado pasada la medianoche en la vivienda de un hermano suyo en Caazapá, luego de que lograra sortear 15 días de persecución policial por tres provincias del país.
De ser hallado culpable, Benítez podría enfrentar una condena de hasta 15 años de cárcel. Ante el impacto que ha tenido el caso, ambas cámaras del Congreso resolvieron estudiar una ampliación de las penas para este tipo de delitos.
Indignación
La niña, que el 25 de mayo próximo cumplirá 11 años, fue examinada el 21 de abril por médicos de un centro materno infantil del barrio Trinidad después de ingresar por un supuesto “tumor” en el estómago. Un breve estudio diagnosticó un embarazo de 21 semanas.
Las voces de indignación no se hicieron esperar, tanto a nivel local como internacional, con presiones para practicar un aborto a la menor, que mide 1,39 m y pesaba 34 kilos al comienzo de la gestación. Según organizaciones humanitarias, su vida corre peligro.
Pero el ministro de Salud, Antonio Barrios, dijo en forma tajante que la niña no abortará. “El embarazo no será interrumpido. Lo del aborto ya lo hemos descartado por completo”, enfatizó.
La ginecóloga y obstetra que la atiende, Dolores Castellanos, aseguró a la AFP que la evolución del embarazo “es normal” y que, si no hay mayores complicaciones, el bebé nacerá.
La Constitución paraguaya prohíbe el aborto. Un proyecto de ley para despenalizar la interrupción del embarazo, promovido por la minoría opositora de izquierda, fue archivado por la mayoría del oficialista y conservador Partido Colorado.
Unicef reportó que en 2014 unas 680 menores de 15 años dieron a luz en Paraguay, en tanto más de 20.000 adolescentes mayores de 16 años fueron madres.