Holly Hayles es una joven madre inglesa de 22 años, quien decidió que ya estaba lista para salir en citas. Fue ahí que conoció a Rees Adamson, con quien salió tres veces como amigos, hasta que se dio cuenta que algo en él estaba muy mal.
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“Las siguientes semanas se volvió más y más obsesivo. Me podía llamar múltiples veces al día y me preguntaba dónde estaba y con quién y me asustaba lo necesitado y posesivo que era”, relató la joven al medio británico Mirror.
“Incluso me dijo que me amaba. Estaba en shock: apenas nos conocíamos el uno al otro. Tras indagar, descubrí que tenía un pasado violento y que había sido abusivo en relaciones anteriores, así que corté con él”, agregó. Pero el hombre no dio el asunto por resuelto y varias veces se presentó en su hogar sin ser invitado.

En enero, Holly debió llamar a la policía porque el Rees se metió a su casa y robó su celular porque creía que salía con alguien más. “No estaba viendo a nadie, pero tampoco estaba viendo a Rees, pero eso no le impidió seguir intentando controlarme y manipularme”, detalló.
Hasta que un día enloqueció completamente y la dejó gravemente herida. Hoy, esta mamá a tiempo completo de Solihull (Reino Unido), ostenta unos terribles moretones en el rostro, además de 15 puntos en la cabeza, producto de la brutal golpiza que recibió. Sorprendemente, Holly logró proteger a su hijo Spencer de 22 meses de todo daño.

“El ataque dejó mi cara tan hinchada y moreteada que mi propio hijo no me reconocía y tuvo miedo de acercarse a mí durante semanas. Pensé que iba a morir, pero mientras el dolor recorría todo mi cuerpo en lo único que pensaba era en proteger a mi niño”, explicó.
“Le rogué que se detuviera, pero no lo hizo. En cambio, agarró la pequeña sillita de Spencer y la lanzó a mi cabeza, antes de romper una botella de vino sobre mí”, fue su impactante relato. El hombre fue llevado ante tribunales y hoy arriesga un mínimo de 5 años en la cárcel. Además, debe mantenerse alejado de Holly indefinidamente y deberá compensarla con 110 mil pesos por los daños materiales.
La mujer dijo estar feliz de que estuviera tras las rejas, “donde no podrá dañar a nadie más”. Holly se mudó de casa y “espero volver a trabajar pronto, ahora que finalmente somos libres de él”, concluyó.