Hace pocas semanas el hijo menor de Britney lo había anunciado: su madre se retiraría de los escenarios. Y ahora, el U.S. Weekly dice que “no quiere volver a trabajar”.

La revista citó a una fuente cercana a la artista: “Ella ha expresado que no quiere volver a trabajar porque no quiere seguir, esencialmente bajo la tutela. Le molesta que su padre reciba una asignación mensual que es de alrededor de 10 mil dólares (unos 8 millones de pesos) por sus servicios como supervisor de finanzas”.

Es que tras la crisis mental que vivió entre 2006 y 2007, la voz de Toxic, fue declarada como “incompetente para manejar su vida”, y quedó bajo la tutela de su padre, Jaime Spears, desde el 2008.

Esto le dio poder para administrar las finanzas de la artista, algo que según consigna LUN, se llama ‘Conservatiorship’, otorgándole facultades a su padre de poder “restringir o limitar sus visitas, retener a los cuidadores y la seguridad de Britney las 24 horas, solicitar órdenes de restricción civil, comunicarse con personas y tener acceso completo a sus registros médicos y siquiátricos“.

Cabe recordar que el padre de Britney ha sido señalado como uno de los responsables del declive en la carrera de la artista. Además, los hijos de la intérprete de Oops!… I Did It Again han tenido que mantener distancia de su abuelo, debido a una orden de restricción que entró en vigencia luego que tuviera un altercado físico con su hijo mayor, Sean (14 años).