Más de 70 modelos firmaron una petición que denuncia la presión constante de la industria de la moda estadounidense para perder peso, a pesar de los problemas de salud que eso puede implicar.

Una carta de la Model Alliance, una asociación neoyorquina que defiende los derechos de los modelos, denunció el martes “el grave problema” que representan “las prácticas malsanas de control de peso”, a dos días de la apertura de la Semana de la Moda de Nueva York.

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La carta llama a la industria a “comprometerse seriamente en la promoción de la salud y la diversidad” en los desfiles, y prometió “reconocer a los responsables de la industria que estén a la altura del desafío”.

Cabe señalar, que en la misiva no se distinguen rostros del modelaje reconocidos en la actualidad, como Kendall Jenner y las hermanas Gigi y Bella Hadid. Tampoco consolidadas Top Models como Alessandra Ambrosio, Karlie Kloss o Cara Delevigne.

La asociación destaca un estudio reciente del instituto Runway Research que muestra que 81% de los modelos interrogados están por debajo de su peso normal.

Un 62% de los modelos ha recibido pedidos de perder peso por parte de su agencia. Un 71% dice estar a dieta, mientras más de la mitad reconocen haberse salteado comidas o haber ayunado.

Estas presiones sobre las modelos son documentadas desde hace varios años, y llevaron a Francia a adoptar una ley que busca poner fin a la dictadura de la flaqueza.

El texto, adoptado a fines de 2015, estipula que los modelos deben presentar un certificado médico que debe atestiguar que “el estado de salud del modelo, evaluado sobre todo desde el punto de vista de su índice de masa corporal (IMC), es compatible con el ejercicio de su oficio”.

El IMC es la relación entre la altura y el peso de una persona y permite medir si alguien esta sub o sobrealimentado.

Pero a pesar de la ley y de excepciones muy mediatizadas, las modelos “tipo alambre” siguen siendo la norma en las pasarelas.