Probablemente una mujer de avanzada edad es uno de los principales objetivos de descriteriados ladrones y lanzas. Pero, al menos por una vez, su siniestro plan no funcionó, y es más una criminal terminó siendo humillada y arrastrándonse en la calle de dolor.
Es que a pesar de lo que parece y de usar una silla de ruedas, Betty Jeffery, de 76 años, no es cualquiera y cuando esta mala mujer trató de robar su cartera, ella se defendió.
Es que esta abuelita no es, nada más y nada menos, que ex campeona nacional de lucha de brazos o ‘gallitos’ en Inglaterra y usó toda su fuerza para humillar a la sorprendida asaltante, que jamás se imaginó lo que le esperaba al atacar a esta poderosa señora.
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La desafortunada delincuente la abordó en la salida de un estacionamiento cuando ella iba en su scooter y se encaminaba a un funeral. Pero la ‘viejita’ la sorprendió dándole un poderoso ‘Un-dos’ en pleno rostro, mandándola humillada de vuelta a otros menesteres y sin nada en las manos.
“Ella trató de agarrar mi bolso y su cara estaba justo al lado de la mía, así que le di un buen golpe en la cara Fue lo suficientemente fuerte para mandarla de espalda, pero se las arregló para sacar el bolso de mis manos.
Puse un grito en el cielo y grité fuerte, ‘Ella tiene mi bolso’, ella tropezó unos metros más allá y dejó caer la cartera. Por suerte, alguien me la acercó unos segundos más tarde”, dijo la señora Betty según consignó TheSun.
Betty está hace más de 20 años en silla de ruedas, luego de haberse contagiado con la Polio, cuando apenas era una niña. Sin embargo nada la detuvo, fue campeona en 1997 del concurso de gallitos para discacitados y además es profesional de tiro con escopeta, es más entrena a los deportistas paralímpicos ingleses en esta especialidad.
“Simplemente escogió a la persona equivocada. Yo no soy débil y siempre me defiendo por mi misma. Sin embargo, no le recomendaría a otros adultos mayores hacerlos, yo tengo fama de tener un buen golpe y se me conoce como ruda, pero entreno hace años y sé cómo hacerlo”, cerró la señora, abuela de dos nietos y casada con un adorable hombre de 72, que seguramente ningún ladrón querrá tener como probable víctima.