En junio del 2013, la madre estadounidense Heather Clark sufrió un duro golpe en su vida: su pequeño hijo de 7 meses, Lukas, perdió la vida en medio de un trágico caso de abuso infantil que continúa siendo investigado.
A pesar de lo dolorosa que fue esta pérdida, la valiente mujer tomó la decisión de donar sus órganos, salvando la vida de otros tres pequeños, como recoge el medio local Fox 10 Phoenix.
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“Existe otra familia allí afuera, en algún lugar, que está sintiendo lo mismo que yo, y de alguna forma tengo la oportunidad de evitar que atraviesen lo que yo estoy soportando”, explicó en ese entonces.
Hoy, Heather se reunió con una de las familias a las que devolvió la sonrisa gracias a su generosidad, en un evento del Hospital Infantil de Phoenix (Arizona, Estados Unidos).
“Él era tan sociable, era un pequeño caramelo. Si había una cámara frente a él sonreía o sacaba su lengua”, lo recordó su madre. Pero gracias a este bebé milagro, otros niños se salvaron, entre ellos, la pequeña Jordan Drake de 4 años.
La niña pasó largas jornadas en este centro médico debido a un defecto cardíaco congénito. Hoy, Lukas vive en Jordan: le trasplantaron su corazón y desde entonces, la niña puede llevar una vida normal lejos de las murallas del hospital.
En medio de esta instancia, se vivió una conmovedora escena: Heather pudo escuchar el latido del corazón de su hijo dentro del pecho de Jordan. “Él siempre estaba moviéndose, rodando, deslizándose hacia cualquier cosa que pudiese alcanzar y así es Jordan, siempre está en movimiento”, explicó.
“Lo único que puedo pensar con esto es que, si no puedo salvar a mi hijo, ¿por qué no salvar la vida del niño de alguien más, sino puedo hacer nada por el mío?”, declaró la valiente madre.
